Amor en la morgue

Dedicado para: Junji ito, porque ambos sabemos que el amor puede llegar a ser enfermizamente infernal

Al verte mi corazón se detiene.

Tú eres la causa de que vaya temprano a la morgue.

Mis piernas se desfallecen al verte.

Todos me preguntan por qué tan contento, yo los ignoro porque mi amor hacia ti no lo comprenden.

Tu curvilíneo cuerpo excita cada parte de mi ser.

Mis instintos gritan que te bese porque la ocasión lo merece.

Tu desnudez me ciega por tu belleza, eso debe destacarse. 

Recuerdo la primera vez que llegaste aquí.

Mi trabajo no merecía mi presencia, hasta que tu belleza hizo que valiera la pena.

Desde tus senos hasta tu rostro, mi cerebro se enloquece cuando tu aroma a amapola llega a mi rostro.

Firme y suave.

Belleza y muerte.

Verte en la morgue cada día me motiva, incluso cuando sé qué muerta ya estas.

Tu cuerpo frío hace alegrías en mi cuerpo cálido, cuando abrí tu inerte cuerpo me genero orgasmos. Sacar tus órganos, empaparon mis manos, me abrazaron y me susurraron amor.

Lastimosamente, hoy nuestros caminos se separan, porque esta es nuestra última noche como amantes. 

Una enorme pena que tu cuerpo se vaya a la tierra, para que los gusanos todo se lo devoren.  

Esos horribles insectos no merecen ni pasear por tu piel, en cambio, yo lo merezco amor mío. 

Por eso me he encargado que nuestra virginidad en la oscuridad perdamos, por el amor que nos tenemos.

Aunque una pena que la mía hace muchas primaveras partió,

pero te prometo que la tuya pronto la alcanzara y superara esa horrible noche. 

Esta noche no solo entrará el tubo del embalsamador en tus órganos, mi miembro erecto como una piedra también estará pronto en tu apretada vagina.

No, no, no debes temer, seré suave y delicado contigo. No quiero que nadie de aquí se entere.

No dolerá porque muerta ya estas y tus nervios en el cielo descansan ya.

Solo pido que recuerdes en el mínimo momento que partas al cementerio que te amaré siempre. Incluso si una belleza como la tuya se cruce en mi vida otra vez. 

Así que amor mío relájate, porque estaremos unidos en la pasión en pocos momentos, porque mi miembro erecto ya está listo para la pasión carnal.

Porque mi amor a ti nunca se consumirá a comparación de tu vida.

Te extrañaré.

Aunque tú nunca me conociste en vida.

Y creo que nunca me hubieras hablado, pero agradezco que ese carro te hubiera atropellado.

Sonreí cuando sucedió, el imbécil hizo un buen trabajo.

Disfrute al ver a tu novio llorar, porque él nunca te debió amar.

Debería odiarte, pero no puedo. Por qué los muertos como tú los amo.

Dejemos de charlar, empecemos a amar.

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Por Diego Munguia

escritor y estudiante de criminalística de 21 años, mexicano. oriundo de Nezahualcóyotl. Sus escritos son principalmente enfocados en los géneros del terror, la ciencia ficción, la fantasía oscura, la anti poesía y el género negro/misterio. También es articulista de la revista petroglifos, Es un traductor por mero entretenimientos para traer cosas al español para y por fans. Tiene algunos de sus relatos y poemas esparcidos en antologías de los géneros ya dichos. Su primera novela corta “el hombre sombra” es publicada por la editorial mexicana independiente “gato tuerto ediciones”. 

Su lema es:

“¿si no me da miedo lo que escribo, como sabré que a los demás también les dará? Debo perturbar mi mente primero antes que los demás"