Amor onírico
Solo una noche bastó para enamorarme. El encuentro de dos cuerpos tibios fue suficiente para rememorar ese sueño que se repetía noche tras noche, como una alarma que anuncia el placer.
Solo una noche bastó para conocerte y conocerme; para entender que estábamos condenados a encontrarnos en episodios breves, pero orgásmicos.
La noche está color plata dijiste antes de sumergirte en el lago para no volver a verte. Sin embargo, tú me sigues visitando en la unilateralidad de la vida y la muerte para recordarme que aún nos podemos volver a encontrar.
Deseo
Deseosa de experimentar, he salido entre la oscuridad en búsqueda de mi hombre. Dejándome llevar por mis pasiones más eróticas he sentido la necesidad del amor.
Son recuerdos de caricias pasadas; de sus manos apretando mi espalda; de sus labios mojando los míos; y de la luna cómplice de esta infidelidad púrpura.
¿Qué es el amor si no el deseo de experimentar el vértigo? ¿De dónde vienen las caricias si no del fondo de nuestras pulsiones?
Tan solo sus manos pueden ser la puerta del éxtasis para mí.
Aparición en forma de mujer
Entre ríos invertidos, palabras truncas, seres inconclusos y situaciones inconexas, aparezco en forma de mujer y te beso la mejilla, para que me recuerdes sugerente al despertar y no sepas realmente que me amas de manera inconsciente.
Por Jéss Riot
(Coñaripe, sur de Chile)
Mi género favorito es el microcuento, aunque desde pequeña me gusta escribir diario de vida y es un ejercicio que hago hasta el día de hoy. Estudié Pedagogía en Lengua y Literatura en Santiago de Chile, lo que me ha permitido nutrirme de varias lecturas que me ayudan a escribir y sacar de mí los pensamientos. Mi arte poética es “escribir para abortar la idea”, sacar aquello que no quiero tener dentro de mí. Pienso la escritura como una especie de liberación, igual que el aborto, ya que generalmente escribo porque hay algo que tengo que no puedo decir, así que lo transformo en ficción.
Soy creadora y editora de “La navaja extraviada”, un fanzine literario autogestionado y sin fines de lucro que publica microrrelatos perdidos de escritores de Latinoamérica.
He participado en concursos literarios como escritora y jurada y también participé de la convocatoria colectiva “Que caigan todos” de la colaboración entre Editorial Matecito amargo y Güiña Ediciones, donde publiqué dos de mis microcuentos en torno a la caída de los monumentos.
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