Bailan los peces
Bailan los peces,
como intentando salir,
como si por primera vez quisieran respirar.
Se reflejan las estrellas,
incluso las de mar,
que buscan ser parte,
pasar a brillar.
Y la miel,
que da color al agua,
que hace de ese hueco,
un pedazo de tu alma.
Se esconde apenas arraigo tus labios,
apenas circuncidando el borde de tus manos.
Los hilos negros,
que adornan el cielo;
la nívea esfera que da hogar a la perla,
Luna oculta, bella estampa,
tibia pugna de mis dedos
por tu espalda.
Y justo en el centro de la oscuridad,
vuelvo a abrir los ojos.
Te miro perdida.
miro la miel, miro los días,
que el sol ha dejado en tus pupilas.
Bajo la Niebla
Río lunar, naciente y temporal.
Perdido cuando no ves
más allá de lo que el tacto espera.
Atravesando el delta
inscrito en tus piernas;
oxidando la sangre
que subliman mis venas.
Mana mercurio en las mejillas
de los astros.
Y,
hay promesas tan rojas,
que les llamo labios.
Pasará el día, quizás un dios a mirarnos.
Moverá los mantos, Peinará los prados.
…
Bajo la niebla, no hay castigo a mis pecados.
Tu sombra me adiestra,
me encomiendo hacia tus faros.
Por Iván Valdés
Nacido en la ciudad de Querétaro, descubrió su pasión por las letras al chocar con la adolescencia y con su primer amor. Estudió Comunicación en la Universidad Cuauhtémoc. Trabajó en radio, como chofer, profesor y algunos años después emigró a Canadá para estudiar teatro. Ha publicado en varias revistas universitarias y en línea.
Comments