Lo primero que lo recibió fue una vela encendida. Su llama crepitaba danzando en el silencio. Se alargaba y se encogía de izquierda a derecha como señalando lo que el oficial de policía ya había observado desde que se detuvo en la puerta semiabierta de aquel cuarto. Un rectángulo frío y sin ventanas que proyectaba la silueta de un cuerpo. Ese cuerpo, tendido en el piso de mármol, era el de una mujer hermosa, pálida, semidesnuda y que tenía sus ojos abiertos como platos. Sus brazos estaban extendidos como si esperara proteger a alguien. En el lado izquierdo de su cintura había un mordisco tan grande que había borrado con facilidad su ombligo.
El hombre uniformado se acercó, tocó el borde de la mordida roja y entonces la puerta detrás de él se cerró de un solo golpe: la vela se apagó y la penumbra se apoderó del lugar. Exaltado buscó su lámpara, pero era demasiado tarde, dos círculos amarillos aparecieron en una esquina del cuarto y un rugido gutural paralizó sus movimientos. El policía no dejo de pensar que la amenaza era peor que un animal salvaje y quiso gritar, sin embargo, su voz fue silenciada inmediatamente por unos fuertes colmillos que traspasaron con suma facilidad su garganta. Su cabeza rodó al costado de la joven, ocupando así el lugar del ombligo faltante. El resto de su cuerpo se convirtió rápidamente en la comida de esa criatura que lo estaba esperando desde que percibió sus primeros pasos dentro de la casa abandonada. Cada hueso y cada órgano cedían ante unos fuertes dientes que los trituraban con suma facilidad. Aquel adefesio tenía la obligación de eliminar al único testigo que podría revelar el atroz delito y su pecado inconcebible: haber matado por accidente a su querida esposa, Bianca. Al terminar de tragarse los últimos trozos de carne, un aullido como de lobo salió de su hocico.
Por Nohemi Damian de Paz
(Ciudad Juárez, Chihuahua, 1995). Licenciada en Literatura Hispanomexicana por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ). Ha publicado en las revistas Metáforas al aire, Palabrerías, Zompantle, Cuadernos Fronterizos, Comedia sin título y Revista Sangría. Actualmente fue incluida en la Antología de Narrativa Breve Escrita por Mujeres: Voces Indómitas (Crisálida Ediciones, 2022).
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