Tomo un poco de barro, vierto algo de agua, lo amaso. Me desbordo. Un caos se apropia de mí, no sé cómo hacer cataplasmas, no sé cómo repellar esos muros de dermis dañada. Tengo grietas. Profundas y enrojecidas grietas.
Hurgo la vía láctea, gas y polvo se trenzan en mi cabello, olvido el barro. Es bueno tener grietas —me digo en voz alta—; las lágrimas corren más rápido, riegan mi bosque calcinado.
Lloré dos años seguidos, excepto en las noches de luna nueva. Mis ojos cambiaron de color, les crecieron nimboestratos: cristales grises que todo lo cubren. Subí montañas, pasé frío, me mojé los pies con hierba fresca, ofrendé collares de cacalosúchil, le recé a la peña en el último trayecto.
El bosque fue reverdeciendo. No hubo descanso, llegó la picadura del artrópodo, me creció un mandala en el antebrazo. Acuné la ponzoña y mi páncreas no lo soportó. La corteza de aguacate me tiñó de ese tierno color rosáceo y lancé la bengala a destiempo. Pastillas de mañana y tarde para sostenerme las alas, para elevar las patas a dos milímetros del suelo.
Las grietas no desaparecen, me acostumbro a ellas como las hormigas a sus túneles. Beso a cualquiera aunque no me prometa nada. Colecciono ladridos de perra en brama, los guardo cuidadosamente en el segundo cajón de la cómoda, estoy segura que ahí no los tocará nadie.
Aprendo a extraer la arcilla, a medir la cantidad exacta de agua. Recuerdo el barro, las grietas.
Mi coraza de ixtle contuvo la sangre, perdí el oro y el rubí, preferí estar sola. Me protegí de los huracanes, me hice una casa de piedra, alta y estrecha a pesar de las fobias. Mi reinado se extiende del botiquín a la cama, siete pasos para soñar con ausencias.
Almaceno el petricor en matraces y cajas redondas, negativos de fotografías en fundas percudidas, estampas de gatitos y flores secas entre libros. Cambio mis tesoros de lugar cada tanto, para admirar la huella de dolor y mugre.
He invocado mi origen: porto ajorcas de piel quemada en el tobillo izquierdo, sin caracolitos ni cascabeles. Recupero mi chimalli, le tejo la única pluma preciosa. La tarde se derrumba y abandono mi nombre. Camino de rodillas por la tierra tibia, mi estela es la de una serpiente bicéfala. El crótalo ha desaparecido, queda la sangre fría y una grieta; la más larga y oscura grieta.
Por Laura Escobar Colmenares
Mujer indigenodescendiente zapoteca de los Valles Centrales de Oaxaca, México. Feminista antirracista, educadora comunitaria y artivista. Diplomada en Cultura de Paz a través de las Artes, Enseñanza de las artes en Educación Básica, Teatro popular para la intervención social, Arteterapia en escuela y comunidad y en Metodología de la Educación Popular. Con formación en disciplinas artísticas como teatro, plástica, fotografía, literatura, danza libre, con artistas de México, Perú, Argentina, Chile, Guatemala, España, Estados Unidos y Canadá. Integrante de colectivas de arte de mujeres Círculo de Lectura Feminista Por Nosotras Mismas, Sociedad de las Poetas, Colectiva teatral Tejidos y dúo creativo Matricaria-Laboratorio de lo ritual. Creadora de los libros de artista bookworks “Esta es mi sangre” y “Las mujeres y la subversión social” (2015) y “Señorita Cromosoma” (2019). Parte de mi obra plástica-visual, como piezas de toallas menstruales intervenidas con bordado formaron parte de la Exposición virtual colectiva "Menstruación Consciente" por Morras Chidas Rotulando (2021), la obra pictórica “Linaje” en la exposición Con-fluir del estudio-galería Hoja Santa (2018), obra fotográfica “Ambivalencia” en la exposición colectiva La imagen en el proceso de autoconciencia (2017). Curadora de la exposición fotográfica colectiva “Mujeres creando otras historias posibles” en el Consejo para la Lecto Escritura y Artes Creativas (2018).
Facilitadora y promotora de la poesía, la literatura y procesos escriturales con perspectiva feminista en diversos talleres para mujeres; co-creadora del show-taller poético para niñas y niños “Poesía doméstica” (Feria Internacional del Libro de Oaxaca 2019); co-creadora de performances como “Arte para sitio específico” (Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca 2020), “Kión-Rituales para la ternura” (Feria Internacional del Libro de Oaxaca 2020), “Las Voces de mis edades” (Feria Internacional del Libro de Estudios de las Mujeres y Feminismos-Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, 2019) y “Reflejos” (FILMUFE-MACO 2018). Parte de mi obra literaria (poesía, cuento y ensayo) ha sido publicada en revistas y compilaciones impresas y digitales de México, España y Colombia. Incluida en “Escribir es lo desconocido” de la Sociedad de las poetas (1450 Ediciones, 2022); Crónicas del encierro en Oaxaca (edición independiente, 2021), Para curarse el encierro. Once poetas oaxaqueñas (Editorial Pez en el árbol/Consorcio, 2019) y en la antología Desde el fondo de la tierra. Poetas Jóvenes de Oaxaca (Editorial Pharus, 2018). Primer lugar en el Certamen Letras Cuish 2020 Oaxaca en Poesía categoría femenil y seleccionada en la Primera Recopilación de Arte de Mujeres Mesoamericanas (Coordinadora de Mujeres Líderes Territoriales de Mesoamérica, 2022).
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