Claudia llevaba tres semanas frecuentando el café de realidad virtual. Sabía que Tim, su pareja en el juego Mundo Millennial la esperaba. Había reservado previamente la cabina veinticuatro al fondo del local; llegó, cerró las cortinas, puso el dispositivo sobre su cabeza y conectó los sensores a su cuerpo, estos de alguna manera le permitirían disfrutar de su cita romántica en el arcaico mundo del año 2017.
—Te estaba esperando. —dijo Tim con su acento caribeño—. Vamos al parque, tomaremos unas selfies y te haré una pregunta importante.
Tim tomó fotos de él junto al avatar de Claudia. Pronto le pidió formalizaran la relación e hicieran el anuncio por las redes del juego. Movida por la ocasión, y sabiendo que no podían intercambiar información personal, Claudia decidió romper la regla principal del juego: No tener contacto físico inapropiado.
El avatar de Claudia besó apasionadamente a Tim quien, en algún lugar del mundo, se dejó llevar sin contenciones por las pasiones de su ahora novia. Pronto, el dispositivo de Claudia anunció una severa elevación de su temperatura corporal, debía cerrar sesión inmediatamente por seguridad. Ella hizo caso omiso a la alerta ocasionando que la pantalla se llenara de pixeles y las voces se entrecortaran. Sonó la alarma de incendios del establecimiento y todos salieron huyendo del café, menos Claudia quien, en medio de su euforia, no se enteró del siniestro. Los bomberos no pudieron encontrar el cuerpo de la joven, pero su usuario sigue en línea junto con Tim.
Por Aura Guerra-Artola
Nicaragua, 1986.
Licenciada en Mercadeo y Publicidad y Gastrónoma.
Es egresada del Laboratorio de Novela Nicaragua. Ha publicado textos de narrativa, poesía y microrrelatos en distintos medios impresos y virtuales de Nicaragua y otros países de Latinoamérica. Escribe para sus dos blogs personales: Un Toque Divino y Mi Alma Salió a Escribir.
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