Un día de invierno por vez primera me encendí
cuando jugué con mis dedos inmaculados
porque te observé, te deseé y te seguí.
Contemplando tu fabulosa presencia celestial
sentí tu fraternidad perfumada
el día del oscuro encierro en el que me encontré.
Tu dibujada sonrisa y faroles de rubí
estremecieron mis nervios porque recién te reconocí
ambicioné tu cuerpo porque es a ti a quien yo descubrí.
Cuando te conocí mi cristalizada figura en roble se transformó
tus cámaras voyeristas me desvistieron en prendas de olor.
Me abrieron los infinitos poros y capas del abandono
barriste con tus encantos los restos del engaño y la traición.
Me fuiste provocando en tu mente mañosa
que sin ingresar pero ya los necesitaba para despojarme.
Tus enormes manos añosas rozaron mi tez andina
cuando te conocí apretaron mis temores que huyeron a las alcantarillas
explosionaron mis vellos estáticos para formar danzas ardientes.
sobaron mis necesidades desesperadas
convirtiéndolos en victoriosos lamentos desgarradores.
Supliqué a tus dedos en todos mis espacios escondidos.
Cuando te conocí te exigí más rápido que tarde que me resuelvas el asunto
debido a mi extrema urgencia por despertar mis volcanes dormidos.
Comprobaste la física al incentivar mis movimientos oscilatorios.
Aplicaste tu pena de barrotes gruesos una y otra vez.
Me envolviste en tus sábanas de sangrientos ritos
Me amasaste con el polvo apunto de ingresar al horno.
¡Húndeme mi amor!, para que sientas mi espíritu poseído.
¡Poseéme mi amor!, para que mis cabellos te amarren de placer.
¡Compláceme mi amor!, para que ingrese tu savia a esta niña tan bruta.
¡Embrutéceme mi amor!, para convertirme en tu animal preferido.
¡Embriágame mi amor!, para dejarme profanar por tu lengua.
¡Bésame mi amor!, para que humedezcas mis formas desérticas.
Cuando te conocí era una niña de cabellos trenzados
que encandilada escuchaba tus canciones.
Reconozco tu gran estrategia para invitar
pusiste a los libros de carnada para atraparme en tu almohada.
En el valle desolado es visible tu figura estropeada
y desde que te conocí solo introduces tu mano bien dura
pero descuida, como dijiste, esto será un secreto como en la sepultura.
Por Aleksandra Helena Sierra
(Huamanga, región Ayacucho, Perú)
Amante apasionada de los libros de arte, política, historia, moda, etc.
Vicepresidenta del colectivo de mujeres poetas de Ayacucho “Hierba Silvestre”,
fundado el 18 de septiembre del 2023.
Soy una escritora novel que está poniendo todo su amor, tiempo, preparación para cada
vez escribir mejor.
“Tengo un aspecto cínico, una voz disfónica, un talento empírico, cerebro
magnífico y rimas”
Frase de Cancerbero
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