Amanecí con una idea fija: me casaría. Tenía tres novias. Consulté a mis amigos, no hubo consenso. Ellos desconocían algunos episodios de mis relaciones, de lo contrario, el veredicto hubiera sido unánime por ejemplo con Faisán de la India, como la llamaban, una mulata hecha a mano, segunda vez que la veía y ya estabamos en la cama de aquel alquiler de mala muerte. Me preguntó:
—¿Te puedo llamar como yo quiera?
—¡Como mejor te parezca!
¿Qué importancia podía tener como me llamara?, si iba a tener aquellas caderas perfectas y a difrutar de su suave piel que de solo rozarla gemía. Fue estrechándose el lazo y aparecieron sus fantasmas:
—¡No, Robertico!, ¡Ahí, Manolito! ¡Asi, mi Puchy!...
Aunque disfrutaba de la diosa, mi cerebro se negaba a ser Roberto, Manuel o Pucho ¿Cómo hubiera terminado aquello si no llega a tocar la puerta el encargado? Y decir lo que dijo en un tono tan autoritario:
—Aquí no se permite sexo en grupo,voy a volverme de espalda para que salgan, pero eso es ya.
De vuelta a casa un sonido beep me hizo reparar en mi computadora. Gran cariño le tenía, hice un tortuoso viaje a la Habana para buscarla, al ómnibus fue difícil subirla, temían fuera un artefacto explosivo, lo logré. Ahí estaba sonando para mí, era su lenguaje: beep, beep. En el centro de la pantalla su letrero parpadeante:
PREGUNTAME
Escribí con celeridad el nombre de la primera de las novias, su respuesta fue:
AVENTURERA
LO ÚLTIMO QUE HIZO FUE ENAMORARSE DE UN HOMBRE MAYOR, CUYAS HIJAS ERAN SUS COMPAÑERAS DE AULA, POR MÁS RAZONES QUE TUVIERAN PARA NO ENCONTRARSE, SE VIERON EN LA CABAÑA DEL BALNEARIO. SE COLGÓ DE LA DUCHA Y ALZÓ LAS PIERNAS, POCO DURÓ EL TUBO DE COBRE SIN PARTIRSE. EL HOMBRE RECOBRÓ EL CONOCIMIENTO EN EL POLICLÍNICO DEL PUEBLECITO Y NO SUPO EXPLICAR POR QUÉ ESTABA ENSANGRENTADO, DE ESO SE ENCARGARON LOS DEMÁS.
Sofocado por la ansiedad escribí el nombre de la segunda y alcé la vista para leer:
CARDIÓLOGA PELIGROSA
YA EN LA SEGUNDA CITA, LO HIZO PASAR AL FINAL, CERRÓ LA PUERTA APENAS ENTRÓ. COMENZÓ A DESNUDARSE. EL PRONUNCIÓ A MEDIA VOZ AQUELLAS PALABRAS OÍDAS PRECISAMENTE DE ESTA DOCTORA EN LA PRIMERA CONSULTA Y APRENDIDAS DE MEMORIA:
TE BUSCAS LA CUARTA COSTILLA DEL LADO DERECHO, DE ABAJO HACIA ARRIBA, SI EN ESE PUNTO TE DUELE Y ESE DOLOR SE REFLEJA EN EL LADO IZQUIERDO DE LA ESPALDA, SI SE EXTIENDE POR EL BRAZO IZQUIERDO Y SUBE HASTA EL CUELLO, SE TRATA DE UN INFARTO, ¡AH! TAMBIÉN, SI EL DEDO GORDO DEL PIE SE TE HINCHA, OLVÍDATE QUE NADIE TE SALVA.
LENTAMENTE MIRÓ PARA SU ZAPATO, YA SE PODÍA APRECIAR LA COSTURA ZAFADA.
No podía ser que ninguna sirviera, angustiado escribí el nombre de la tercera mujer.
DESCONOCIDA
DEMASIADO SERIA. ¿NO TE PARECE RARO? SIN APENAS CONOCERLA HA ESTADO EN TU CAMA. MUY SALUDABLE, JOVEN, SIN EMBARGO, ESTÁS PREOCUPADO. ¿POR QUÉ?, PORQUE ES LA TERCERA VEZ QUE VIENE CON EL MISMO BLÚMER. ¿POR QUÉ UN SOLO BLÚMER? NI TAN SIQUIERA ES UN BLÚMER, SINO UN TACACILLO DE HOMBRE. ¿QUIÉN ES ESTA MUJER DE UN SOLO BLÚMER?
¿Qué hacía yo haciéndole caso a un aparato?, le di la espalda y me decidí por esta última.
En los siguientes días, una vez que me casé, al encender la computadora aparecía siempre el mismo mensaje y se bloqueaba:
MISSBAT
Consulté al técnico, no le halló nada, solo comentó:
–Estas máquinas cogen tremendos berrinches, el día que menos lo esperes se le quita—se fue algo turbado y no quiso cobrar.
Me duró poco la alegría con la mujer incógnita. Se hizo insoportable, peleaba por todo, hasta llegar a hacer crisis, después venía la calma, el exceso de cariño a repugnar y de nuevo la discusión por cualquier insignificancia. A pesar de todo, resistí, soportando este ciclo agridulce. La gota que desbordó la copa vino cuando quiso deshacerse de mi vieja computadora, porque le hacía muecas. Traté de demostrarle que ni tan siquiera funcionaba, pero seguía en sus trece.
Mi computadora era algo misteriosa, diferente a las demás: su pantalla de color naranja, sin entradas ni salidas, sus letras solo mayúsculas, en sus carpetas había juegos extraños, un Windows que nadie conocía y cada día encontraba nuevas informaciones muy a tono con lo que me estaba sucediendo. Cuando ya estaba a tope con mi esposa, la oí gritar muy asustada:
–Esa cosa se encendió sola.
Me acerqué a la vieja máquina, en la pantalla estaba este anuncio:
SI USTED BUSCA UN MILAGRO, TECLEE LA CLAVE
Comencé a teclear las posibles combinaciones hasta escribir MILAGRO. Tuve una receta en pantalla, la copié a prisa cuidándome de no ser visto y pasé a la forma de usarla:
DEBES APLICARLO POR DOSIS, LA VAS AUMENTANDO GRADUALMENTE, ESTO ES MUY EFECTIVO, PERO MUY FUERTE, TEN CUIDADO.
Sigiloso busqué en el baúl de las sustancias prohibidas, volví a la cocina, hice un batido de fruta bomba y lo eché todo, le di una jarra a mi esposa. Entré al baño dispuesto a disfrutar de la ducha. Al fin descansaría. Un barullo me puso en guardia. Me asomé y vi a mi mujer multiplicada:
–Vociferando en la cocina por el gasto de azúcar en batidos,
–Una segunda, discutiendo con el niño en la sala porque no quería tomarse el batido, tan rico que estaba.
–La tercera delante de mí agitándome para que no gastara tanta agua.
Pasaron los días del triple martirio, volvió a ser una, boté la computadora para el cuarto de los regueros, creo que murió, aunque a veces escucho una risa beep, beep, beep cuando me tiran los calderos por la cabeza. ¡Quizás la recoja y la vuelva a poner en su lugar!
GRACIAS POR RECOGERME, EN AGRADECIMIENTO, ESTA CORTESÍA (TOMADO DE INTERNET)
CON EL TIEMPO APRENDERÁS A FRENAR LA LENGUA...A NO REACCIONAR CADA VEZ QUE ESCUCHAS O VES ALGO QUE NO TE AGRADA.
ENTONCES...APRENDES A RETIRARTE...A EVITAR ESOS LUGARES O PERSONAS QUE TE HACEN SENTIR INCÓMODO. Y COMIENZAS A PROTEGER TU PAZ...TÚ CÍRCULO SE VUELVE CADA VEZ MÁS PEQUEÑO....Y A SU VEZ... MÁS SALUDABLE. A ESTO YO LE LLAMO INTELIGENCIA EMOCIONAL.
HAY QUE APRENDER A ELEGIR LAS BATALLAS...NO TODO EL MUNDO MERECE TU ATENCIÓN...MENOS TU COMPAÑÍA. LA TRANQUILIDAD NO SE NEGOCIA...."
Por Omar Rosa González,
(Ciego de Ávila, Cuba–1956)
Licenciado en Educación, ejerció como profesor quince años. Posteriormente realizó un Técnico medio de Contabilidad, laborando por más de quince años, como contador. Trabajó en la esfera Bancaria, ahora está jubilado y se ha dedicado a escribir sus vivencias (en horas de la madrugada). Se reincorporó al trabajo. Ahora trabaja en la Empresa Eléctrica.
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