Ninguna novedad, más allá de otra entrevista fallida, tanto así que el reclutador lanzó mis papeles por la ventana sin ninguna consideración. Terminado aquel asunto, dirigí mis pasos por las calles que transité cuando era universitaria, busqué los viejos sitios, pero algunos sucumbieron ante el declive económico de la pandemia, hablé conmigo para decidir dónde podría meter mi humanidad -y como otro factor determinante, el smartphone exigía carga, sólo para evitar a la familia y/o amigos el disgusto de pensarme a mí dentro de alguna zanja, imposibilitada de contestar sus llamadas-. Por algún motivo recordé ese café frecuentado por la mayoría de docentes y estudiantes de la facultad, entonces me dije:
‒ ¿Por qué no? ‒
Llegué al lugar, su aspecto era más vacío de lo habitual, miré por todos lados como si buscase algo ¿y…? Elegí mi mesa y una mesera me ofreció la carta. Observando las opciones, una idea cruzó por mi mente: “hace tanto no venía, ¿qué ocurrió? ¿clases, amigos, tesis, pandemia, titulación…?” Ninguna opción pareció acercarse al motivo. Mis divagaciones se interrumpieron por la voz de la mesera:
‒ ¿Tomo su pedido ahora, señorita? ‒
Aunque la idea original era pedir un café cappuccino, mis labios pronunciaron otra cosa:
‒ Un americano, por favor ‒
Ella asintió, la vi irse y volver en un instante con mi petición. Luego de colocar la taza sobre la mesa, la escuché hacer otra pregunta:
‒ ¿Desea azúcar para su café, señorita? ‒
Sin vacilar, como si se tratase de un acto reflejo, respondí:
‒ Mascabado, por favor ‒
En el momento que la mesera me extendió ese pequeño sobre café comprendí el porqué dejé de visitar ese lugar: fue el miedo de llegar ahí un día, después de lo no ocurrido entre nosotros, encontrar tu presencia en la mesa donde solías estar, verte levantar la mirada en el preciso instante que la mía te descubriese, a la par que dejas escapar de tus labios curvados en una sonrisa, las palabras:
‒ ¡Hola! ¡Cuánto tiempo, un gusto verte otra vez!–
Por Angélica Ramos Moreno
(Puebla, México, 1996)
Pasante de la Lic. en Lingüística y Literatura Hispánica por la BUAP. Intereses en la escritura narrativa y la actuación teatral. Fue integrante del grupo de teatro “The Breakfast Club” de la Facultad de Filosofía y Letras BUAP de 2017 a 2018. Su propuesta narrativa parte de un ejercicio de observación del entorno e introspección: el narrador en sus textos es un espectador al igual que el lector, pero en un instante puede convertirse en protagonista de la historia.
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