Fui amable, dejé de ser tormenta para convertirme en aire,
en las películas aconsejan dar todo y amar a manos llenas.
Fuiste el primero, el señor de mis poemas,
en mi necio intento de tenerte como fuera,
me moldeé a tu manera.
Eliminé chicos del Face, dejé de usar vestidos,
aparté de mi lista a todos mis amigos,
te presté dinero, te dediqué mis tiempos y a cambio
me decías: “eres obsesiva, no me dejas respirar”.
Eras alcohólico y mi primer novio,
quise rescatarte como en los dramas,
sin tener en cuenta que esto era real.
Ahora, sin ser nada, vienes a decirme
“te extraño, culera”,
le has explicado a tu familia que tú no tienes culpa,
me hiciste creer no encontraría nadie más a quien amar,
me has hecho boicotear mis futuras relaciones.
Aunque el tiempo te lo regalo, ¡págame la terapia!
ya ni me interesa tu salud emocional,
seré egoísta y necia, quiero mejorar.
¡Págame la terapia!
Ya ni siquiera te lloro, estoy en medio del duelo, en el paso del enojo.
Ahora que lo pienso, ya ni te siento,
mejor ahórrate esos pesos
y déjame en paz, porque, al final, en tu vida
yo siempre seré la obsesiva y tú el chico al que traté mal.
Por Xochitl Sewa
(1993-¿?)
Chilanga, amante del siglo XIX y de la literatura de terror. Más por suerte que por talento ha publicado diversos cuentos y minificciones en medios digitales y a través de colectivos editoriales independientes.
Comentários