Y aquí tienes de nuevo
a tu niña tranquila,
que comparas con el tranquilo vaivén
de las oceánicas aguas,
que refleja en el ocaso de tu mirada
un ángel incandescente
Pero desconoces que esta niña
tiene abiertas cada una de las páginas
de la obra del Marqués de Sade
en su bovedesca mente, su santuario
Que al tener su primer encuentro
con los frutos de la madre naturaleza
besó el suelo de Sodoma y Gomorra
antes de desvirgarse de caricia maternal...
Se sienta a la orilla de la cama
y juega con tu miembro
mientras tu te duermes
en sueños absurdos e incongruentes,
porque para ti,
las niñas que han guardado casa,
que desconocen de fiestas y alcohol
de espíritu verde y
magia de polvos blancos,
de la vida de las caderas
al chocar con la música...
y sobre todo, de cópulas,
tríos, orgías y todas esas cosas
que pasan sin mancha
dentro de la ficción
de las grandes masas;
no pueden saciar las
sórdidas peticiones
de individuos incrédulos
y retrógradas como tú.
"No pueden tener
un concepto completo del amor"
fue lo último que dijiste y callaste,
ella toma tú denominación de "macho"
y como peregrino lo ingresa a
la entrada de la muerte del silencio,
y comienza a jugar con el
como tal "niña" se disfruta
su dulce favorito...
quiere dejar en libertad
algunas palabras,
para comprobar la falsedad de
aquella su teoría,
pero el falacioso sujeto
permanece occiso en aquel
dulce y tibio trono del infierno.
Después de santiguarse las tetas,
con aquella maravilla
de vida fantasmagórica,
se mueve y responde con una caricia,
toca cada facción femenina
y susurra: "Esta duro, erecto y venudo"
y responde a aquella común premisa:
"¿Y qué más? continúa, sorprende de verdad"
Respeto silencio y aquella que
sostenías como "la sumisa niña".
Lo invita involuntariamente al Edén,
montada encima de él,
encarnas fantasías,
entre jadeos y balbuceantes
sonidos masculinos,
brinca y brinca
hasta que la cópula
"Casi perfecta para ti"
se englotona y grita
"Ya no puedo más"
y libera cristalino manantial
de aguas dulces
de moléculas de amor...
Sin mediar palabra, atónito
ve como tragas cada partícula
de su semen blanco, caliente y espeso
escupe un poco y aprovecha
para lubricar sus tetas,
luego sonríes,
tomas aquella mano áspera y gruesa,
la impregna con el clítoris
y susurra:
"Y tú, creo que no lo conoces,
y hoy tu niña te lo presenta...
para que de hoy en adelante
llegues al Edén del amor
a venerar en mí
y en todas mis hermanas
el tórrido e incansable
“orgasmo de mujer”.
Por Anaby Martínez
Odetthe Anaby Martínez Arrecís ació en la Ciudad de Guatemala el 03 de junio de 1995. Cuenta con Profesorado en Lengua y Literatura extendido por la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos donde también continúa estudios superiores en Licenciatura en Letras. 2021 aparece publicada en las antologías poéticas El vals de los poetas y 25 poemas guatemaltecos del proyecto Quetzal poético, antología poética Renacer en Primavera por Ediciones Afrodita y Guatemala: Antología Literaria Contemporánea por Escritoras Guatemaltecas.
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