El karma de la vida

Daniel trasciende, después de morir a los treinta años, en un accidente carretero, convirtiéndose en una microscópica partícula de energía. Tiene que permanecer en el espacio mientras olvida su vida anterior. Luego debe de buscar un vientre en el cual gestarse. Lo cual se convierte en prioridad de su nula existencia.

Pronto se transforma en un diminuto embrión y logra sobrevivir un mes, porque el vientre en cuestión no le fue asignado y es expulsado. Así muere una y otra y otra vez, sin llegar a nacer. En uno de sus fallidos intentos, logra sobrevivir en aquel casto vientre, dos meses.

¡Su pequeño corazoncito late de emoción! Comienza a reconocerse brazos y piernas, dentro de aquella bolsa llena de agua ¡su comunicación con el mundo exterior a comenzado! escucha una dulce voz que le habla y le canta, y cuándo más seguro se siente, ese vientre comienza a contraerse y amenaza con expulsarlo. Tiembla porque sabe que morirá y se resiste. Con las pocas células de su rudimentario cerebro, suplica. ¡Implora a su Dios! —“Señor, ¿porque no logro llegar a nacer?”

Entonces un recuerdo de su vida anterior, cuando era un hombre, le es revelado, llegándole cómo un destello.

Se mira en una obscura calle, cuándo se cruza al amanecer, con aquella joven que va a la preparatoria. La sigue, la somete y arrastra hasta una finca en ruinas, abusándola sexualmente. No le conmueve su llanto, no atiende a sus suplicas y cual frágil cisne, tuerce su cuello para callarla. Luego abandona el cuerpo violentado y en su frenética huida por escapar, roba un carro, en el que muere en carretera, tras perder el control. Destino que ya estaba escrito, que sucedería, al cumplir los treinta años.

Es entonces que se da cuenta, de que el vientre de aquella jóvencita abusada, le estaba predestinado. Sin embargo, Daniel le arrebata la vida y desafía a las leyes celestiales, a las que nadie escapa.

Llora, aún dentro del vientre y pide perdón antes de ser abortado. Y Ahí, en donde no existe el tiempo, en donde reina la nada y no hay arrepentimiento, ni lágrimas porque no hay cuerpo. Daniel debe esperar toda una eternidad, hasta la reencarnación del vientre que le está predestinado. Ese vientre que por un extraño karma del destino, en su siguiente vida, estará condenado a la esterilidad.

Cuento publicado por grupo editorial Benma en 2021 En la Antología de cuento breve y poesía “Aunque usted no lo crea” 

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Por Silvia Pérez Rodríguez

Miembro activo del grupo Editorial Benma. Con participación en Antologías de cuento breve, Así como otras publicaciones en revistas y editoriales distintas. Con mención honorífica y segundo lugar en varios concursos de cuento.