Que alguien me explique cómo es que llegué aquí, hay luces muy brillantes a mí alrededor, una multitud llena este lugar, gritan, se exaltan y se levantan de sus asientos.
¿Dónde estoy?, no conozco a nadie de este sitio, personas extrañas están a mi alrededor, llevan puesto un traje negro y gafas del mismo color, ¿Por qué estoy encadenado?
El público me mira expectante, pero ellos están detrás de un inmenso cristal, por un momento la luz comienza a desvanecerse poco a poco, los murmullos se hacen presentes y una pantalla unas pulgadas bajo el techo se vuelve la protagonista, y escrita en ella varios números, supongo que son apuestas, dos nombres extraños y mi fotografía enfrente de uno de ellos, solo que, no me parezco a mí, ese ser tiene un aspecto grotesco.
-Es hora- menciona un hombre vestido de negro- ¡abre la boca! - me ordena y le obedezco, introduce en mi boca una sustancia verde y me pide que lo trague.
Mi cuerpo se transforma en algo repulsivo y deforme.
En la esquina se encuentra otro luchador
- ¡Empiecen! - grita un hombre y suena una campana.
Por Sandra Gonzaga Pozos
Mi nombre es Sandra Gonzaga Pozos, tengo 18 años, vivo en la ciudad de Puebla y estudio Filosofía, es la primera vez que hago una semblanza.
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