Flotando inerte en el espacio se encontraba la estación espacial internacional, dentro de ella un único astronauta se movía de un lado a otro con facilidad gracias a la gravedad cero, él le daba mantenimiento al lugar mientras informaba a los superiores sobre cualquier eventualidad, no pasaría mucho hasta que un nuevo cohete tripulado llegara a hacerle compañía, aunque realmente estar solo no es algo que le preocupara, era normal para él estar en situaciones como esta además no había nada que se comparara a la soledad del espacio, así que estaba acostumbrado.
Su trabajo continuaba sin contratiempos hasta que de pronto escuchó ruidos extraños, eran como golpeteos persistentes, intentó encontrar el origen de estos siguiendo el sonido, pero cuando parecía estar cerca comenzaban a escucharse en otra parte, en todos sus años como astronauta era la primera vez que pasaba algo por el estilo, sin dudas estaba extrañado y a la vez preocupado, quizás algo estaba mal con la estación, su responsabilidad como mecánico del lugar lo hacían querer llegar al fondo de esto de inmediato.
Luego de un rato de búsqueda sin éxito contactó con los superiores quienes le ordenaron revisar el exterior, durante todas las actividades del astronauta los sonidos iban y venían sin tener un tiempo de intervalo concreto, a veces se iban por un minuto a veces por cinco. Pronto se dio cuenta de que los sonidos venían del interior puesto que fuera de la nave no había nada que pudiera provocarlos y porque, además, cuando se encontraba por salir, los sonidos se escuchaban en el interior de la estación.
De regreso en el interior pensó en comunicarle los hallazgos a sus superiores, sin embargo, cuando se encontraba en la sala de comunicaciones y justo cuando habían respondido la luz junto con el dispositivo que en ese momento se encontraba llamando a la tierra se apagaron, el miedo dentro de él comenzó a surgir, ¿Cómo era posible que hubiera un fallo tan grave y no lo detectara?, pensó mientras busca una linterna.
Muchos tendrán la idea de que lugares así en el espacio son enormes y que tiene grandes comedores junto con recámaras para cada uno de los astronautas tal y como se nos muestra en series o películas, que son algún tipo de casa espacial, pero en la vida real estas estructuras solo tienen pasillos que se comunican unos con otros, realmente no hay muchos lugares los cuales explorar.
Él ya con la lámpara encendida decidió apresurarse e ir por unos de los trajes espaciales en caso de que sucediera lo peor y el sistema de oxígeno fallará, después iría a la zona en la que creía podría estar el problema, no obstante, al doblar en uno de los pasillos lo sorprendió la silueta oscura de alguien o de algo.
Para ser astronauta se necesita de mucho valor, la inmensidad del espacio podría parecer algo hermoso desde la tierra, pero una vez estás ahí las cosas cambian mucho, la gente que se dedica a viajar fuera del planeta no son personas fáciles de atemorizar, sin embargo, él ahora se encontraba realmente aterrado mientras observaba aquella figura oscura de pie en medio del pasillo.
Uno podrá creer o no creer en lo espiritual, en fantasmas demonios etc. Quizás seas una persona que busca la lógica en todo igual que el astronauta quien ahora se encontraba en la estación espacial, pero no existía ninguna lógica que pudiera explicar lo que pasaba, por lo general cuando estas cosas pasan en algún edificio abandonado o incluso en tu propia casa se podría intentar buscar cientos de explicaciones, pero no aquí, no en la inmensidad del espacio a la cual es imposible de llegar sin un cohete y preparación adecuada.
Podría haber alumbrado la sombra para revelar su aspecto, pero la silueta de por sí era extraña, parecía humana sí, pero sus extremidades eran anormalmente largas además su postura era más similar a la de un simio o algo por el estilo, apuntar hacia esa cosa con la luz de la linterna le parecía un error gravísimo, sin descanso su mente pronto cayó en cuenta de algo peor, ese pasillo era el que llevaba hacia sus dos objetivos.
Se quedó viéndolo por varios minutos, a pesar de no haber gravedad se mantenía con los pies fijos en el metal de la estación sin moverse un milímetro como si las leyes de la física no aplicaran en él, el astronauta que flotaba a unos metros de donde la cosa estaba podía escuchar una especie de exhalación entre cortada por quizás algún líquido en su garganta el cual provocaba un sonido burbujeante.
Por fin comenzó a mover la lámpara con cuidado para ver lo que se escondía detrás de aquella silueta, sin embargo, nada más alumbrar una parte de su pierna pudo ver que esta era del color de la piel humana, pero parecía estar derritiéndose, además de esto solo en esa parte había muchísimas marcas como si fueran heridas, estas supuraban un líquido rojo con blanco que se notaba espeso, ¿Por qué este líquido no flotaba con la gravedad 0?
Sus compañeros en tierra contaban muchas historias de terror sobre el espacio, cosas como la del astronauta que escuchó que alguien tocaba su puerta o los que decían haber visto a personas sin trajes flotando en el espacio, también es cierto que el gobierno oculta muchas de las cosas “extrañas o anormales” que suceden durante los viajes, pero esta era indescriptible, nada parecía tener sentido y esa cosa extraña había salido de la nada con quién sabe qué intenciones.
Con temor a lo peor el astronauta intentó hablar con “eso” sin obtener respuesta alguna, su voz, así como su cuerpo temblaban sin parar, pero debía mantener la mente fría, si el oxígeno también fallaba sería su fin, tenía que pasar fuera como fuera, con varios movimientos rápidos regresó por donde vino buscando el almuerzo que había comido recién, de ahí tomó un tenedor la única cosa que pensó sería útil como arma.
Al regresar dobló con cuidado en el pasillo, no sabía que sería peor que el sujeto siguiera ahí o ya no, para bien o para mal la silueta seguía quieta en el mismo lugar, de nuevo intentó entablar conversación con él sin éxito, entonces olvidando el indescriptible terror que sentía avanzó hacia la cosa extraña pegado a la pared del lado derecho.
A pesar de que ese ruido peculiar de las exhalaciones se hacía cada vez más fuerte él no podía ver seña alguna de hostilidad de parte de la cosa, al pasar por el costado su corazón latía con demasiada fuerza podría incluso decir que estuvo a punto de estallar, tuvo que cerrar los ojos porque quería evitar verlo de cerca. Cuando volvió a abrirlos se encontraba detrás de la cosa, lo había logrado, había pasado.
De inmediato entró al lugar especial para colocarse el traje y tomar algunas herramientas, después flotó tan rápido como pudo hasta una sala al final del pasillo, con las herramientas abrió un panel cuadrado en el piso, gracias a una linterna en su casco pudo ver el interior repleto de cables y chips, todos parecían estar en perfecto estado, no podía creerlo, si de pronto las cosas eléctricas se apagan, tal y como sucedió, el problema sin dudas debería estar ahí.
La negación en la que entró después mientras buscaba cualquier mínimo error dentro de aquel collage de cables lo hizo olvidarse por tan solo unos segundos de la cosa que ahora y sin que se diera cuenta había comenzado a moverse.
La luz entonces regresó repentinamente, un alivio recorrió el cuerpo del astronauta cuando por fin pudo ver lo que lo rodeaba con claridad, pero entonces lo recordó “Esa cosa” pensó antes de girar la cabeza rápidamente hacia el pasillo.
De pie a unos centímetros de él se encontraba la cosa más horrible que vería en toda su vida, tal y como había visto en principio cuando intentó alumbrarlo la piel de lo que ahora sabia era un “hombre” parecía estar derritiéndose mientras que de cientos o quizás miles de heridas escurría ese líquido, su rostro parecía ser una especie de máscara que simulaba la piel, pero mal puesta, la parte que se supone debía ser blanca de los ojos era naranja y su labio parecía unirse con la nariz formando una especie de mueca macabra junto con unos dientes desordenados y amarillentos. Sus extremidades tenían dedos extraños, es como si los hubieran derretido e intentando unir en uno solo sin éxito.
El astronauta ante la horripilante escena se echó hacia atrás pataleando, llorando y gritando, mientras apartaba la mirada de esa cosa, retrocedió y retrocedió hasta chocar con la pared, entonces lanzó golpes aleatorios con la herramienta en su mano buscando protegerse, así pasó algunos minutos hasta que decidió abrir y los ojos y mirar el pasillo con un miedo indecible.
Para su sorpresa ya no había nada ahí y todo parecía estar como antes, comenzó a moverse a una velocidad a la que ni él era consciente que podía llegar para alcanzar la sala de comunicaciones y llamar de nuevo a la tierra, ahí marcó esperando ser recibido por múltiples preguntas del porqué había colgado antes tan abruptamente; sin embargo, hubo una contestación normal casi como si lo de hace algunos minutos no hubiese pasado.
Él explicó lo sucedido como pudo y para su suerte le informaron que el transbordador estaba cerca, una vez bajarán los tripulantes regresaría a casa en la nave, mientras eso sucedía la voz que conversaba con él le dijo.
—Deja que te contemos acerca del “Sujeto”
Por Samir Blancas
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