En el año 2375, la nave estelar "Horizonte" de la Coalición Galáctica, liderada por la capitana Amara Sterling, surcaba los confines del espacio en una misión de exploración. La tripulación, compuesta por algunos de los mejores científicos, ingenieros y diplomáticos de la Coalición, está lista para enfrentar cualquier desafío. Durante la exploración de un extraño fenómeno espacio-temporal, un agujero de gusano los atrapó, transportándolos a un lugar y tiempo desconocido.
Una vez que el Horizonte emerge del agujero de gusano, sus sofisticadas computadoras de navegación no llegan a reconocer en forma inmediata dónde están. Hasta trabajar horas en los ajustes de sus equipos, después de este esfuerzo, descubren solo la respuesta errada de que están a miles de años en el futuro y están cerca de la órbita terrestre, cosa que estaba fuera de lógica, debido a que antes del agujero de gusano, estaban cerca de la Sector Cisne. Los resultados no son fáciles de creer. En un esfuerzo de enviar un mensaje, pensando que la Tierra debe estar mucho más avanzada tecnológicamente desde el tiempo en que la dejaron, pero descubren que no están recibiendo ningún tipo de respuesta, así que lanzan sondas con el fin de explorar qué estaba pasando. Encontraron mucha vegetación y bosques verdes, probablemente las sondas están mostrando alguna reserva natural o algún parque.
Cuando ven que la sonda no revela nada concreto, deciden aterrizar la nave espacial en el planeta, en un claro grande en medio del bosque. Al salir de la nave, la tripulación camina varios kilómetros y descubren un castillo rodeado de una aldea, con aldeanos, caballeros, nobles y sus sirvientes. Algo muy similar a la edad media de la Tierra. Cuando los aldeanos ven a los exploradores, piensan al principio que son juglares, pero al notar los aparatos de rastreo, se asustan, los consideran brujos, en ese instante, son apresados por los guerreros del castillo y encerrados en un calabozo.
Entre los exploradores cautivos: La Capitana Amara reúne a la Dra. Elena Rodríguez, y al Ingeniero Ravi Patel, responsable de mantener la Horizonte operativa, ellos concluyen en tres teorías: que aterrizaron en un mundo alienígena al nivel social de la edad media de la Tierra, pero la Dra. Rodríguez no encontró plantas o animales extraños, la otra teoría es que viajaron en el pasado de la Tierra, a la edad media, pero no encontraron nada que augura en los libros de historia y por último, el Ingeniero Patel propone que las computadoras estaban en lo correcto y que están a miles de años en el futuro y que de alguna manera, para que la civilización llegara a este estado, la Coalición tuvo que enfrentar algún desastre que destruyo a la Tierra, forzando a los ciudadanos de la Coalición a vivir en un sistema medieval. Esto lo concluye tras las últimas lecturas de sus aparatos, al reportar que a kilómetros de distancia hay una ciudad en ruinas. La tripulación es llevada a encontrar al sabio y justo Reb Aldric, soberano del reino de Eneldoria, que junto con su corte de sabios y nobles, reunidos en asamblea, interrogarán a los exploradores.
La tripulación fue recibida con cautela. El Reb Aldric, escucha la explicación de la capitana, que habla sobre tecnología y viajes por el espacio exterior. Los miembros de la asamblea se ven impresionados, ya que la tecnología es un mito en este mundo, pero, aun así, era conocida por los más lejanos antepasados de estos hombres. Al ver la nobleza en los ojos de Amara y los aparatos que llevaban consigo, acepta ayudarlos a orientarse y averiguar qué pasó con el mundo que una vez dejaron. Su hija, Lady Lara, una guerrera valiente y estratega astuta, se mostró escéptica al principio, pero pronto empalizó con el predicamento de Amara.
La tripulación del Horizonte comenzó a utilizar su conocimiento avanzado para mejorar la vida de los habitantes de Eneldoria. La Dra. Rodríguez se encargó de revisar a las mujeres y niños enfermos.Enseñaron y ayudaron a los campesinos con técnicas modernas de agricultura, ayudados con la tecnología avanzada para asistir en las tareas cotidianas, así lo que conocían como un mito se convirtió en un hito real. La Dra. Elena Rodríguez, al tratar a los heridos y enfermos, ganándose la confianza y el respeto de los habitantes. Mientras tanto, Ravi Patel trabajaba incansablemente para mantener la Horizonte operativa y adaptar su tecnología para ayudar a los locales. También aprovechó para explorar las ruinas lejanas al reino, donde encontraron vestigios de la Colación Galáctica; edificios antiguos y tecnología más avanzada que la de su nave enterrada en edificios cubiertos de enredaderas y moho. Pero. La presencia del Horizonte no pasó desapercibida. Lord Malagar, un señor feudal ambicioso y traicionero, vio en la tecnología de la nave que le reportaron sus espías, una amenaza a su poder. Formó una alianza con otros señores feudales, planteándoles el problema como un cambio en el poder y lanzó un sitiado a todo el reino de Eneldoria.
Reb Aldric, con la ayuda de Amara y su tripulación, preparó sus defensas. Julián Park, comandante y diplomático, con su experiencia en tácticas militares, organizó las fuerzas de Eneldoria, mientras Amara buscaba mantener la moral alta y la esperanza viva. La tripulación vio que el ejército que estaba en la frontera del reino era muy numeroso, mucho más que los guerreros del reino, los aldeanos y la tripulación del Horizonte. Había que planificar algo que les diera la ventaja. La batalla final se libró en los campos alrededor del castillo de Eneldoria. Amara y su tripulación lideró a las fuerzas del Reb contra los invasores. Usaron su conocimiento táctico y tecnológico para obtener una ventaja decisiva. Los drones del Horizonte proporcionaron vigilancia aérea, mientras las armas de energía mantenían a raya a los enemigos, ya que se asustaban y se desorientaban al ver la tecnología funcionar, pero a su vez actuaban con más violencia.
En el calor de la batalla, Amara se enfrentó a Lord Malagar en un duelo épico, con una espada regalada por Lady Lara. Con su espada y su valentía, Amara luchó no solo por la supervivencia de Eneldoria, sino también por los ideales de la Coalición Galáctica: justicia, cooperación y progreso. Amara, a pesar de su determinación y habilidad, no pudo igualar la destreza de Malagar; así, viéndose entre la espada y el suelo, Amara avisó a Patel para que elevara la nave y disparara ráfagas de rayos contra el numeroso ejército. La carta bajo la manga, con ese despliegue, el ejército huyó. Pero antes de cualquier maniobra, una catapulta lanzó directamente a un proyectil, impactando directamente a los motores, cayendo encima del ejército en fuga. En el instante, donde todos observaron la caída de la nave que el cruel noble vio sorprendido, Amara dio un último y decisivo golpe, derrotando a Malagar, poniendo fin a su amenaza y logrando la victoria. Con la batalla ganada, Amara y su tripulación celebraron junto a los habitantes del reino. Con la amenaza de Malagar eliminada, Reb Aldric se dedicó a reconstruir su reino. La tecnología y el conocimiento traídos por el Horizonte permitieron avances significativos. Eneldoria comenzó a prosperar, y la gente empezó por primera vez en sus vidas a mirar hacia el futuro.
Mientras Eneldoria florecía, la tripulación del Horizonte seguía buscando una manera de regresar a su propio tiempo. La tripulación de la Horizonte, al ver que su nave estaba destruida, se vio en la obligación de quedarse en este futuro lejano. Además, la decisión de regresar no habría sido fácil, ya forjaron lazos profundos con la gente de Eneldoria. Amara, por otra parte, tendría problemas al reportar en su bitácora su experiencia en el futuro lejano: ¿Qué impacto tendría reportar eventos que aún no han ocurrido? … reflexionando profundamente, decide, al final, quedarse como el resto de la tripulación, y ayudar a la gente de Eneldoria y hacer su vida con ellos.
Una noche, Reb Aldric, Lady Lara y Amara observan las estrellas en la torre más alta del castillo. Ella le enseña los mundos que había explorado y qué había en ellos. Mil años después, Eneldoria avanza a un nivel tal que construye altos rascacielos y vehículos voladores, en un parque se levanta una estatua que conmemora la llegada de la tripulación del Horizonte y su legado de conocimientos que mejoraron sus vidas.
Por Francisco Araya Pizarro
(Santiago de Chile, 1977)
Artista Digital, Diseñador Gráfico Web, Asesor en Marketing Digital y Community Manager para empresas privadas y ONGs asesoras de las Naciones Unidas, Crítico de Arte, Cine, Literatura, además de Investigador. Y Escritor de Ciencia Ficción, comparte sus relatos cortos en:
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