Fue un accidente fatal, las noticias se encargaron de mostrar mi vehículo totalmente destrozado, fue algo horrible, fui declarado fallecido a las dos horas del accidente, un camión de carga no vio la luz roja y embistió mi auto dejándolo totalmente destruido, no era la forma de comenzar un fin de semana, era día Viernes por la tarde, yo salía del trabajo y me dirigía a casa, nunca llegue, los que sí llegaron fueron dos policías que tenían la misión de informarle a mi esposa Elena lo sucedido, mis hijos aun no llegaban del colegio, la reacción de ella fue devastadora, la vi llorar y sentí ganas de abrazarla, luego llegaron nuestros hijos y ella los abrazo, ahí estaban abrazados los tres, después de un momento los vi llorar al escuchar lo sucedido, nunca imaginé que sería testigo de algo así pero lo estaba viviendo…bueno no exactamente viviendo. Los funerales, mis funerales fueron con bastante gente, familiares, amigos y compañeros de trabajo, vi familiares que llegaron del sur, Elena vestía de negro y fue ella la que hablo de nuestro matrimonio, lo feliz que era con nuestros dos hijos, fue muy triste escucharla y vi llorar a muchos que asistieron a mi funeral, sé que no es común comentar sobre nuestro funeral tomando en cuenta que es algo que a todos nos sucederá, yo he decidido contarlo.
Han pasado algunos meses y no ha sido fácil para mi llegar donde estoy ahora, por un tiempo estuve junto a mi familia, había escuchado lo que sucede cuando se fallece por algo trágico o por un suicidio, nunca creí en esas cosas pero ahora si las estoy experimentando, he estado en el Limbo, bueno eso creo yo, a veces pienso que estuve en el Purgatorio, la cosa es que estuve dando vueltas allá abajo viendo como mi esposa Elena y mis dos hijos se adaptan a una nueva vida, una vida sin mí, fue muy triste ver los primeros días como me extrañaban, yo estuve ahí con ellos, muchas veces trate de hacer algo pero por razones obvias no era posible, ahora ya estoy más tranquilo al ver que todo está bien con ellos y es por eso que finalmente he podido llegar donde estoy ahora sabiendo que ellos poco a poco olvidan ese día Viernes que no llegue a casa como era de costumbre.
Muchas veces escuche hablar de este lugar pero siempre dude que fuera como lo han contado o escrito, ahora puedo decir que algunas cosas que se cuentan allá abajo si son ciertas pero otras no lo son, admito que aun soy nuevo pero he sido muy curioso y a pesar del poco tiempo que llevo aquí se prácticamente cómo funcionan las cosas aquí, lo primero que advertí es que todos vestimos de blanco, no existe otro color, da una sensación de pureza, no existen los relojes, las joyas, nadie usa lentes, y algo que me gustó mucho es que no hay celulares al igual que no hay televisión ni radios, una de lo más sorprendente es que no existe el tiempo esto fue algo difícil para mí, no se habla del ayer o del mañana, del próximo año o del año pasado es como un día que jamás termina, jamás llega la noche, el cielo.....perdón yo estoy en el cielo, lo que quiero decir es que arriba es todo de color azul, aun no veo las nubes por lo tanto aquí no llueve, he caminado bastante buscando algo que se parezca a lo que estamos acostumbrados allá abajo pero nada, ya podría decir que es agradable la vida aquí, creo que no se puede decir esto último pero a veces me parece que es una buena y muy tranquila vida, veo gente sola y parejas caminando sonrientes, todos se saludan y siguen caminando, mi primera y gran sorpresa fue encontrarme con el Cholo, recuerdo que un día llego de la calle y se quedó con nosotros, él fue quien me vio y corrió hacia mi moviendo su cola, recuerdo que era un perro viejo y estuvo solo dos años con la familia, lo enterramos en el fondo de la casa, me gustó mucho verlo, no lo he vuelto a ver, uno de los misterios más grandes que no tienen respuesta allá abajo es si aquí nos encontramos con familiares y amigos, algunos ya dirán que si me encontré con mi perro también es posible ver gente conocida, y tienen toda la razón. Podría decir que conozco todos los lugares que aquí existen por ejemplo hay lugares donde se juntan los adultos mayores, ellos tienen historias muy buenas, fue ahí donde me encontré con mi madre, nos abrazamos y caminamos juntos, le pregunte por mi padre, no era extraño que no estuvieran juntos, ella mi madre no sabía de él, lo entendí muy bien, ellos se habían separado mucho antes de mi accidente, ahora ya lo saben, si nos encontramos con familiares y amigos como también con personajes famosos. Hace unos días escuche un rumor, si también se rumorea aquí, se dice que hay un señor de avanzada edad que hace un tiempo logro visitar a su familia, no puedo negar que me llama mucho la atención este rumor y ya tengo cierta información donde puedo encontrarlo, ya han sido varios los que han tratado de lograr semejante hazaña pero sin éxito, volver a ver a mis hijos ya grandes y a Elena me tiene bastante entusiasmado, finalmente encontré a este señor de avanzada edad, lucía una barba muy larga blanca, fue muy atento y logre hacerle varias preguntas de su permanencia aquí, de pronto me miro y pregunto para que yo quería hacer este viaje, mi respuesta no lo sorprendió, todos buscan lo mismo fue su respuesta, yo le recordé lo que sabía de él y su viaje para ver a su familia, me miro esbozo una sonrisa y me conto de su viaje, fue hace un tiempo y no lo volvería hacer comento, mis hijos ahora eran personas extrañas, mi mujer ahora dormía con su pareja, la vi feliz con él, todo era diferente en lo que fue mi casa, no vi una foto mía, no cerré puertas, no arrastre cadenas, nada de eso, termino diciendo que había sido una mala experiencia y termino con un muy buen consejo que no he olvidado, mirándome a los ojos me dijo…tienes que aprender a aceptar que tú ya no perteneces al mundo de ellos y una vez que aceptes eso todo será más fácil para ti, nunca más sentí ganas de visitar mi familia…bueno si me gustaría abrazar a Elena.
Ya estoy más familiar aquí en mi nuevo lugar y eso no quiere decir que estoy más viejo, de la edad que llegas esa edad se mantiene para siempre, no celebramos cumpleaños ni año nuevo, sé que uno de los más grandes misterios no existen respuestas, yo solo puedo contar de mi experiencia.
Siempre tuve problemas con la religión, desde pequeño me enseñaron que no tenía que hacer preguntas y fue exactamente eso que me hizo dudar de lo que se me enseño, desde que llegue aquí he conocido a muchos que llegaron por diversos motivos, me he encontrado con familiares y amigos pero nunca he visto a un personaje muy conocido, joven de barba y una mirada de ternura y misericordia, nadie habla de él y nadie lo ha visto contrario a lo que siempre escuche, nada de eso he visto aquí.
Para la tranquilidad de algunos les contare que ese lugar donde van las almas de las personas que mueren en pecado sin haberse arrepentido de sus faltas no existe, tengo la obligación de decir la verdad sobre este tema.
Aquí estaré para siempre, solo me queda esperar que llegue Elena para estar nuevamente juntos, no puedo negar que la extraño mucho.
Por Carlos Latorre Gutierrez
Carlos Latorre Gutierrez es un actor de teatro y dramaturgo chileno, ha incursionado en el cine en tres largometrajes y cuatro cortometrajes, videos promocionales. Actualmente se dedica a escribir cuentos y relatos para convocatorias literarias.
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