Para Ari
1, Podrás decidir sobre el futuro de la humanidad y no será fácil. Los viajes interplanetarios serán posibles si así lo quieres, pero deberás analizar cada consecuencia. Ya sabes que en este planeta, y en cualquiera, es difícil decidir porque significa renunciar a miles de posibilidades. Aún con eso, decidirás que sí, que quieres conocer cómo será la vida en la Tierra antes de los viajes al Sistema Solar.
1.1 Conocerás las características de cada planeta gracias a los notables científicos terrestres que clasificarán todo desde su limitada visión terrícola. El principal desafío habrá sido adaptar el cuerpo humano, con la mayor cantidad de comodidades, a otras atmósferas planetarias. Verás, viajar por el Sistema Solar será la última parte de progreso en la Tierra porque la totalidad de su población ya habrá satisfecho con creces sus necesidades básicas. Todos serán inmortales. Las tasas de natalidad estarán perfectamente controladas porque ya no nacerá ni un humano más, ya no habrán animales ni plantas porque no serán indispensables para el progreso. La tecnología terrestre hará todo por ustedes. La Tierra dejará de verse como un planeta de agua, ahora parecerá de cobre. Así que necesitarán hallar alguna otra razón para seguir existiendo. La solución serán los viajes interplanetarios, no habrá nada más que destruir en la Tierra y decidirás que sí, que quieres conocer otro patio de juegos.
1.1.2 En el viaje a Mercurio necesitarás un traje diseñado para aguantar temperaturas hiperaltas, en términos terrestres: 630º centígrados; mientras que para visitar Neptuno el traje deberá soportar 201º centígrados bajo cero. Lo mismo ocurrirá con el resto de los planetas, tendrás que regular tu temperatura terrícola. Pero no te preocuparás porque los notables científicos habrán comprendido la idea de los opuestos complementarios y el mismo traje servirá para todas las travesías. Recordemos que serás inmortal, no insensible, habrá que viajar con la mayor cantidad de comodidades. En Venus, por ejemplo, los gases son tóxicos para un terrícola, no querrás ser un turista interplanetario que se ahoga continuamente pero no se muere nunca; por ello deberás tomar una pastilla sublingual que regula el 95% del dióxido de carbono existente en la atmósfera. No tendrás que preocuparte por Marte, Júpiter o Saturno, la misma pastilla será útil. La comunicación se facilitará pues todo el sistema planetario dominará la telepatía y podrán entender a los terrícolas sin que intenten siquiera expresarse. Será práctico y cómodo viajar al planeta que decidas, pero habrá normas porque en la Tierra no sabrán convivir sin limitaciones. Aunque concluirás no respetarlas, resolverás que sí, que quieres conocer las reglas.
1.1.3 Quienes regularán los viajes interplanetarios desde la Tierra a cualquier otro planeta, serán gente poderosa, porque el dinero conservará su valor, seguirá siendo sinónimo de poder como lo ha sido siempre. Recuerda que dejarán de ser inmortales, no idiotas. Los poderosos terrícolas acordarán con los habitantes de cada planeta que los viajes podrán durar sólo un año terrestre, es decir: 30 685 días en Urano; pero 687 días en Marte. El viaje más corto es a Mercurio, sólo 88 días; el más largo a Neptuno 60 mil días.
Ningún planeta querrá la invasión de otro, es necesario respetar el ecosistema de los habitantes de cada planeta, y en realidad sólo los terrestres necesitarán que sea una regla para acatar una obviedad como esa.
Habrán otras reglas que pocos podrán cumplir, ya las conocerás si hace falta. Además los viajes serán excesivamente caros, muy poca gente podrá pagarlos, pero habrá solución, serán viajes no regulados. Tendrán un bajo costo, estarán fuera de las normas y no existirán todas las comodidades; pero será suficiente para muchos, con tal de vivir la experiencia. Tú no pertenecerás a la clase poderosa, así que decidirás que tu viaje será no regulado. Entonces comenzarás tu aventura.
1.2 Visitarás Mercurio y sabrás que sus habitantes son, en términos terrestres, muy fogosos, apenas miden medio metro y tienen energía como ningún otro ser en el Sistema Solar. A veces ni entre ellos se soportan. Defienden con furia su planeta y sus costumbres mercurinas. Aunque un viaje allí dura sólo 88 días, es el que parece más prolongado por la cantidad de experiencias que los mercurianos ofrecen. Decidirás que es excesivo para ti y abandonarás Mercurio después de ocho días terrestres. Sabrás que lo opuesto a ellos son los marcianos: sosegados y pacíficos. Nadie puede alterar su equilibrio, son desapegados de la existencia material, su conciencia cósmica esta más allá de cualquier habitante en el universo. Esto resultará muy aburrido para la mayoría de los terrestres, pero tú aprenderás mucho de ellos.
Los habitantes de Júpiter son minúsculos, flotan en su atmósfera, microscópicos en comparación con un terrícola. No hay nada que los estabilice, aunque son capaces de comunicarse con cualquier habitante del Sistema Solar, prefieren, en términos terrestres, hablar sólo entre ellos y acaso con los saturninos, quienes los dominarán. En Saturno habitan seres inflexibles y estrictos, cada movimiento que realizan está calculado. Tienen forma de cubo y son gigantescos, en total 62 habitantes, todos son hermanos y a cada uno le pertenece un satélite. Mientras que los jupiterinos flotan, los saturninos viven pegados al suelo, un fértil suelo.
Conocerás Urano y Neptuno, te parecerá que no hay mucha diferencia entre ellos porque sus habitantes son líquidos, toman la forma que desean y son buenos anfitriones. Siempre intentarán hacerte sentir que su planeta te pertenece. Sabrás que convivir con un neptunino es como reencontrarte con tus abuelos y los uraninos intentarán contenerte como tu mejor amigo. No visitarás Plutón porque ya nadie lo recordará como planeta.
Respetarás cada lugar que visitas, seguirás las reglas en cada uno, excepto en Venus, allí será imposible sosegar tu impulso terrestre. Las venusinas son indescriptibles, todos los habitantes del Sistema Solar quedan impactados ante su presencia, sólo frente a ellas los terrícolas recordarán que alguna vez fueron mortales. Si decides seguir adelante conocerás a la terrícola que se enamorará de una venusina. Entonces dirás que sí, que quieres conocer una posibilidad de tu futuro.
1.3 Aprenderás la regla básica para la paz entre planetas: No estarán permitidas las relaciones interplanetarias. (Si las relaciones interraciales nunca terminaron de aceptarse, ya te imaginarás las interplanetarias, sería un abuso). Esta norma será exclusiva de los terrestres, en ningún otro planeta representará un problema. Así que decidirás romper todas las reglas necesarias y quedarte con Ella: tu venusina. Vivirás en Venus. Nadie notará tu ausencia en la Tierra porque viajaste sin regulación, así que tu viaje podrá extenderse más de un año terrestre, pero en Venus tendrás que esconderte para que no te envíen de regreso a tu planeta. Nadie querría alterar la paz interplanetaria, así que vivirán a escondidas el amor más grande que se conoció en el universo. Y después el caos. Aceptarás porque pensarás que no son las únicas amantes, que habrá más en otros planetas y que ningún terrestre podría resistirse a una venusina, menos a Ella. La vida transcurrirá feliz durante seis mil años, poco tiempo, hasta que una noche decidirán ir a jugar junto a las rocas donde una vez hubo agua. Hace miles de años no hay agua en Venus. Te sentirás indecisa durante un momento, pero irás a las rocas.
1.4 Tú y Ella se encontrarán con un poderoso terrestre disfrutando su viaje en Venus y, por casualidad, las mirará amarse. No podrá contener su rabia terrícola, serán inmortales, pero intolerantes. Entonces lo que pudo ser un pequeño incidente terminará con el Sistema Solar. Las autoridades en la Tierra se enterarán y reclamarán a las habitantes de Venus su falta de atención con las reglas. Las venusinas son diplomáticas, nunca harían nada para alterar la paz, ellas respetarán las reglas, pero más a su especie; así que pelearán por la venusina. Será por Ella que rompan con toda relación terrestre para defenderlas a ambas, te amarán como a una venusina porque tú amarás a una. No importarán los otros planetas. Otros amores interplanetarios se defenderán en cada planeta del Sistema Solar, todos guiados por tu ejemplo y el de Ella, esto enfurecerá a los terrestres porque a ellos les importa el dinero y habrán menos viajes. Se unirán habitantes de planetas diferentes, vivirán permanentemente donde les plazca. Se venderán cada vez menos excursiones. Así durante otros seis mil años el Sistema Solar no conocerá fronteras. Se terminarán los viajes interplanetarios, pero algunos terrestres estarán furiosos y destruirán el sol, sin saber que se destruirán a sí mismos, porque su inmortalidad terminará con la estrella gigante roja.
Los venusinos habremos encontrado otros sistemas y nos iremos porque sabremos adaptarnos a la vida sin Sol debido a que conocemos cada posible futuro. Decidirás venir conmigo para seguir siempre juntas, pero tu inmortalidad se limitará al Sistema Solar, porque tu cuerpo seguirá siendo terrestre y necesitarás la luz del Sol para sobrevivir. Así que en cuanto el Sol se apague te apagarás tú. Te desvanecerás en infinitas partículas. Sin importar las consecuencias decidirás permanecer conmigo hasta el último momento.
1.4.1 Volveremos a encontrarnos con otras formas en otros sistemas, pero aquí es donde mi visión futura se termina, donde no sé leer las infinitas posibilidades que se aproximan. Sólo tendrás que confiar en lo que te digo porque es cierto, nuestra energía cambiará de forma eternamente, pero siempre nos encontraremos.
2. En otra posibilidad futura la tierra se terminará por una guerra biológica, no llegarán a otros planetas, ni conocerán la inmortalidad. Significa que tú y yo no nos conoceremos. Jamás serás una terrestre que consiguió un viaje no regulado a Venus. No estaremos juntas. No veras mi cara, ni sabrás que amaste con un amor que no conocías. No mirarás tu planeta secarse porque morirás antes de la guerra.
Ahora que duermes decidí visitarte y prevenirte de lo que está por venir. Podrás decidir sobre el futuro de la humanidad y no será fácil. Dime, ¿qué eliges?
Por Dennise Alcíbar
Dennise Alcíbar estudió la licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas por la UNAM. Realizó investigaciones orientadas hacia el uso del lenguaje y su desarrollo a nivel biológico y social. Impartió seminarios de introducción a la lingüística y dirigió círculos de discusión literaria. Desde el año 2018 es editora de la revista cultural Polisemia. Ha publicado cuentos en diversas revistas literarias. Actualmente sigue trabajando en proyectos relacionados con la gestión cultural y la divulgación literaria.
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