La condena

Está lloviendo el corazón, sediento

tras el sonido del reloj de arena

que me trajo el encanto de tu boca

con esta profecía de tu cuerpo.

Arremete el verano, los incendios

con este labio a mar entre las venas

atrapado en tu aroma fugitivo

que punza los deseos, la condena

de amanecer en tu cintura entera

y humedecer mi voz en tu respiro.

Está lloviendo el corazón, el viento

en el caudal de tu cuerpo y el mio

que nos destroza el sueño en su sonido

que nos tritura en su destino en celo

cada vez que nos vamos descubriendo

en el embrujo del tacto y su hora;

Llover amor el verbo y su silueta

llover sin el dolor de lo prohibido

porque las manos son espuma y malva

que despiertan la semilla del canto

Está lloviendo el corazón

¡Silencio!

está cantando este sudario ameno

de vernos en la saciedad y el duelo,

Absurdo, desenfreno, impredecido

Profético sabor en nuestro espacio

Cuando tu boca es el barco que mueve

la intimidad de mi centro que llueve

esta verdad de tu rumor, despacio.

---

Por Cecilia Castillo

(El Salvador, Santa Tecla, 1984.)

Poeta Gestora cultural. Licenciada en Letras por la Universidad de El Salvador.

Ha publicado siete libros con poesía de carácter erotico y participado en proyectos educativos de publicaciones de textos infantiles como la libreta "Lluvia de estrellas" y Crecer leyendo del ministerio de educación.

Entre sus libros : "Voz tinta" ,  Gestración , Aleteo,(2018) 

"El beso en la sombra", Vaginas del mar, "Cuerpo de mujer"  "El sombrero, la muerte y su valija." (2019) y actualmente "Agua en el Evangelio" 2021

Ha participado en antologías nacionales e internacionales, actualmente labora en el Ministerio de Cultura, delegada en la Biblioteca Nacional :"Francisco Gavidia" con proyectos de Gestión, promoción y difusión cultural, sobre todo de literatura salvadoreña.