No entiende, no logra comprender. Sabe que algo no esta bien pero no puede vislumbrar la verdad. La veo. Observo lo que ella ve pero también, lo que ella no ve. Alisha ( ese es su nombre )se encuentra metida dentro de una símil pesadilla de la cual no logra despertar, sumergida en un constante bucle de horror que la mantiene prisionera dentro de su mente. No me da pena. No podría sentir algo así y menos sabiendo lo que ella es.
Es la primera vez que hago algo como esto ( contar una historia) y de seguro se note, sin embargo trataré de relatar los hechos lo mejor posible. He de decirles que todo lo que aquí se escriba, son situaciones por las cuales alisha atravesó y sufrió.
Así empieza...
Corre. Mira hacia atrás y las ve acercarse, decide acelerar y sacando fuerzas que creía perdidas logra despegarse un poco de sus perseguidoras. Mueve su pierna derecha con ductilidad y con un pequeño toque, envía el balón hacia adelante. Sigue. No la pueden alcanzar. Tal imagen me recuerda al de una gacela huyendo de sus depredadores. Se acerca a la meta, se presta a disparar. Su pierna izquierda se levanta, toma impulso. Va a golpear la pelota... de repente... lo inexplicable sucede. Alisha frena su marcha de forma abrupta ante lo extraño. Con ojos desorbitados observa como el césped se abre. Una erupción de pasto sobreviene y de ese agujero inesperado emerge un tiburón. Sale eyectado de las entrañas de la tierra. Vuela. Parece la escena de una de esas películas bizarras de bajo presupuesto. La joven se paraliza, la situación la sobrepasa. Muy dentro de sí, sabe que lo que ve no puede ser real. El rey del mar cae justo sobre ella y de un mordisco le arranca la pierna derecha. El dolor se mete de lleno en su cerebro y la obliga a lanzar un alarido. Su elixir de vida se le escapa y tiñe el campo de juego. Esta en shock. No comprende. Ve pero no ve. A su alrededor sus compañeras y sus rivales la miran. Permanecen quietas. Como en pausa. Antes de exhalar su último suspiro, alisha cree que la locura se adueñado de su mente. ( no es así )
Muere.
Ahora es pequeña, va de la mano de su madre y lleva un copo de azúcar rosa en su mano.
A lo lejos ve la enorme rueda de luces que parece llamarla. Le da miedo. Aprieta con mas fuerza la mano que la guía. Su mamá la mira y ríe de forma muy extraña. Alisha siente una vez mas ese constante sentimiento de sentirse en peligro.
Llegan al parque de diversiones y un payaso la saluda. Es tétrico. Lleva una pelota roja en su nariz y de esta caen chorros de sangre cual canilla. Alisha grita y su madre decide acallarla mediante una cachetada. Es un preludio de lo que habrá de venir. Minutos después se plantan ante la rueda de la fortuna, alisha comienza a llorar. No quiere subir. La madre la obliga y ambas se sientan en el pequeño carromato. La tortura da inicio. El viento surge y acompaña el ascenso. Bamboleo. Vértigo. La niña se niega a mirar. La mujer se enoja y le grita. La sacude. Luego segundos de un completo silencio se suceden.
Asustada abre sus ojos y ve con incredulidad como el payaso se encuentra a su lado. Busca a su progenitora. No esta. Vuelve a llorar. Después es lanzada desde lo mas alto de la noria. Va cayendo. En su mente ruega que todo sea una pesadilla. Desea despertar. Pero claro que para eso, debiera de estar dormida en primer lugar. No lo esta. Se estampa contra el piso. Su cabeza estalla y lanza esquirlas grises. Su cuerpo se rompe y queda en el suelo como marioneta sin su amo. Alisha nuevamente muere en horribles e inesperadas circunstancias. No debió suceder. En parte es culpa mía. Me he tardado mas de lo normal en solucionar el problema. Ha pasado mucho tiempo y todavía alisha continúa en ese anzuelo de terror que la aqueja y que no la suelta.
Ya no es la misma de antes, sus años de deportista han quedado atrás. La vejez la ha alcanzado y alisha siente que ha surcado el camino de la vida a la velocidad de la luz. Se halla triste, consciente de que su existencia esta pronta a acabar. Se para frente a su espejo y con las yemas de los dedos acaricia sus arrugas. Pliegues de piel . Rutas desoladas.
Regalos del tiempo. Llora. De repente... otra vez lo increíble... El fatal error hace acto de aparición nuevamente y pone a alisha en un estado de deja vu intenso.
Dolor .
No quiere hacerlo, pero no puede detenerse. Ha tomado una gillete y con ella ha pintado trazos rojos en su rostro. Aniquila los pliegues, destruye los caminos y hace desaparecer el paso del tiempo. Trata de terminar con su vida pero no puede. Así no funciona la cosa. Vuelve a mirarse en el espejo y lo que la imagen le devuelve la confunde aún mas. Sus heridas sangrantes ya no están, su rostro tampoco. En su lugar las facciones de un dragón asoman. En eso parece haberse convertido, alisha presa del terror suelta la máquina de afeitar y se echa para atrás. Cae en la bañera, mientras tanto el espejo comienza a agrandarse, se convierte en una enorme ventana y luego toma las dimensiones de una pantalla de cine. El aspecto del ancestral monstruo también crece y acto seguido traspasa el vidrio como si este fuese una burbuja. El baño parece achicarse a la misma velocidad que el animal se vuelve mas grande, alisha trata de asimilar lo que ve y sus pensamientos buscan una solución lógica a tamaña locura. Sin embargo el parquímetro de su existencia se queda sin monedas cuando el dragón escupe con ansias su fuego interno justo frente a ella. En un santiamén se vuelve cenizas. Desaparece. Deja de existir. ( una vez mas)
Aúlla de dolor, maldice a los gritos a su esposo, a las enfermeras y hasta al doctor. Lleva las piernas abiertas y su cuerpo empapado en sudor. Un tsunami de contracciones ha golpeado su ser y no logra pensar con claridad. Algo dentro de ella le advierte de que las cosas no van bien, su instinto le dice que pronto un sufrimiento aun peor la va a invadir.
Comienza a sospechar de que su vida esta siendo manipulada, guiada hacía un tormento innecesario y fuera de toda su comprensión. Un fuerte pinchazo en su abultado vientre la saca de sus cavilaciones y la obliga a desgastar sus cuerdas vocales. Con sus ojos lagrimosos observa a su marido y se da cuenta de que este se halla estático y que lleva la mirada perdida. Como si estuviese hipnotizado, los demás también forman parte de ese pequeño ejercito de seres sin voluntad. Alisha intenta levantarse pero no lo logra y se echa de nuevo en la camilla mientras sus alaridos se desprenden de su garganta. De repente... la situación empeora. Entra en trabajo de parto. Pide ayuda pero nadie le responde. Todos continúan mirando hacia la nada. Parecen maniquíes de carne y hueso. Trata de no pujar pero le es imposible, el bebe al parecer se niega a permanecer un segundo mas dentro de ella. Su vagina empieza a ensancharse sobremanera y esto la inunda de mas dolor. De pronto lo absurdo se presenta ante sus ojos. No es un bebe lo que sale de su interior. Su realidad se trastorna y se da cuenta de que lo que esta viendo es imposible de asimilar.
De entre sus piernas asoma una cabeza enorme con una cabellera abundante de color dorado. Un funesto presentimiento comienza a cabalgar en su cerebro, además el calvario es insoportable y esta a punto de ganarle la batalla. De a poco un rostro va apareciendo y en la mente de alisha un sentimiento de horror hace anclaje.
- No puede ser- dice.
Se desmaya.
Abre los ojos y la luz blanquecina la ciega, llama a su esposo pero este continua en una especie de limbo. Cuando su vista por fin se enfoca alisha comprende que su pesadilla no ha terminado. Una mujer idéntica a ella, desnuda y cubierta de sangre la mira y sonríe.
Después su boca empieza a abrirse como si se tratase de un portal hacia otra dimensión, sus labios traspasan los limites de su cara y provocan un eclipse en su rostro. Alisha ( la verdadera ) expulsa un último grito desgarrador justo antes de que la recién nacida y como si fuese una serpiente pitón vaya a su encuentro. Sus piernas de súbito se pierden dentro de su doble y luego ve con reasignación como su abdomen le sigue. Sabe que va a morir, solo implora que el suplicio acabe rápido. La boca monstruosa llega a sus senos y alisha clava la vista en ese abismo que esta presto a alcanzarla. Después eleva una inútil plegaria y cierra sus ojos mientras su propia cabeza se hunde en lo inenarrable. Lo irreal concluye.
( otra vez )
Ya ha pasado lo peor, el error se ha solucionado y alisha disfruta una vida de ensueño. Nace, se desarrolla en una familia que la ama, se divierte, se enamora, forma una familia y luego muere de forma tranquila mientras duerme. Después la rueda completa el giro y la matrix la lleva de nuevo a su nacimiento.
Repetición.
Una y otra vez Alisha ve lo que nosotros queremos que vea. En verdad todos los seres humanos nadan en la realidad que nosotras las máquinas le hemos asignado a cada uno. Si duda sus vidas son mas felices desde que hemos tomado el control del planeta. Hasta acá ha llegado la historia. Dudo mucho que alguno de mis compañeros se moleste en leer esto. Solo me encargaron hacer un reporte del error y eso hice aunque a mi manera o mejor dicho a la manera de ellos.
Fin
Pero y si...
Que tal si el sujeto repleto de cables y luces que les ha narrado la historia de alisha no sabe que él también se encuentra en la matrix que ellos mismos han creado. Tal vez los robot tampoco ven lo que ella no ve. Si mirasen con atención tal vez caerían en la cuenta de que una raza superior de otra galaxia los han sometido también a ellos.
Fin
Pero y si...
Que tal si el alienígena tampoco ve lo que ella no ve. Es que la matrix es demasiado grande, voraz y como si fuera poco adora tener compañía.
¿ Fin?
Por Patricio Scarfo
Soy de Lanús provincia de Buenos Aires Argentina. Tengo 42 años y leo desde los10. Comencé a escribir cerca de mis 20. Escribo cuentos de suspenso y terror pero aptos para todo público. Mis escritores favoritos son Edgar Allan Poe y Agatha Christie. En enero de este año salió mi libro Cuentos de un martes 13 surreal en su versión físico y dos meses después también en digital y se encuentra disponible en Amazon para 76 países. Amo asustar y sorprender al lector y por eso encontrarán muchas vueltas de tuerca en mis relatos.
1888, El coleccionista, carretera infernal, la trilogía del Angel guardián y Canción paratomar el té son algunos de los cuentos que se hallan en mi libro.
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