Mis demonios internos quieren salir,
y gritar que estoy muy solo.
Y que ellos me acompañan,
aún aquí, como en el averno.
En el suplicio,
de mi alma desesperada.
Socaba la solemne paz,
que acrecienta mi silencio.
Mi vida alocada,
pero de verdad.
El hombre que vive
tras las sombras,
odiará el día;
aquel que vive sin luz,
se acoge a la densa noche.
En la que sueña con ser libre,
sin ser juzgado por nadie.
El flagelo terso vacila
en el orbe del lamento.
Por Dark Angel
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