La noche se venía, habíamos regresado a la sede, a descansar, bañarnos comer, pero se debía salir de nuevo, nos tocaba por rutina, patrullar la Vega uno de los barrios más peligrosos, ubicado sobre una ladera, todos chequeamos nuestras Glock, las escopetas, los chalecos y nos encomendamos al señor, la patrulla no quiso prender de primera, era una mala señal dijo un subalterno y de paso santero, luego funciono normal, salimos, llegamos a la redoma y comenzamos a subir, había mucho movimiento, los jeeps subían full de gente que volvían a sus hogares, los borrachitos de siempre, tomaban licor en las esquinas, subimos a la parte alta, montamos un punto de control para pasar el rato solamente, todos sabíamos que ya el barrios sabía que habían policías en la vía y nadie fuera de la ley sería tan gafo de caer en una alcabala, luego de una hora, nos fastidiamos, y decidimos bajar al otro lado del barrio, ya no habían personas en la vía, tomamos un pendiente empinada, y entonces los vimos, estaba un poco oscuro, pero logre detectar a tres o cuatro figuras, fuera de una casa y uno de ellos tenía un arma en la mano, no pude deducir si era un revolver o pistola pero era un arma, la patrulla se frenó yo salte y apunte con mi Glock, los demás hicieron lo mismo detrás mío, yo le gritaba la soltara o disparaba, el sujeto no movió su mano la tenía asía abajo, nos acercamos, como siempre en esos casos con la adrenalina a mil, los detallamos mejor, eran jóvenes casi niños, el que portaba el arma movido su mano levemente, sonó un disparo, los cuatro adolescentes se lanzaron al piso, era uno de mis compañeros había disparado al aire, llegamos a donde los cuatro permanecían boca abajo, mi segundo tomo al que tenía el arma y lo sujeto, estaba llorando, todos palidecimos era un arma de juguete, la experiencia nos dijo, habíamos actuado bien y también con suerte pues si el joven hubiera alzado el arma yo hubiera disparado y ahora estuviera a punto de ser destituido y preso, los padres aparecieron y les dimos el sermón del año, nos fuimos, todavía un poco acalorados cuando recibimos una llamada de apoyo, otra patrulla había sido emboscada cerca de allí, nos dirigimos al lugar, descendimos por unas escalinatas y oímos los disparos, los compañeros estaban cubriéndose detrás de paredes y se alegraron al vernos, los disparos continuaron y luego cesaron, mi superior era el comandante del grupo emboscado y me señalo para que fuera con él, era ya costumbre que por dar ejemplo los jefes siempre van adelante, salimos a una callejuela, yo iba adelante y el atrás, con su mano sobre mi hombro si yo caía, el seguía, de inmediato vimos a no sé cuántos metros, las lucecitas de los disparos y mis oídos el silbido de los proyectiles, no había salida solo avanzar, respondimos al fuego, y los demás salieron detrás de nosotros, oímos un grito de “Me dieron”, no hubo más luces, solo quedaba gotas de sangre, llegaron más patrullas, mas compañeros, comenzamos una barrida, todo estuvo tranquilo, por un rato, cuando al salir a una pared alta, se oyeron disparos, todos pensamos un poco lejos, pero a los siguientes segundos todos me miraron, al voltearme vi tres pequeñas perforaciones en la pared, exactamente donde había estado, una a centímetros de mi cabeza y los otros dos al lado del pecho, van tres me dijo mi segundo, unos compañeros reportaron haber detenidos a tres sospechosos, armados con una escopeta y dos revólveres, corrimos al lugar, tomamos una calle angosta, comenzamos a bajar, yo tome la acera derecha y los otros la izquierda, adelante estaba un carro estacionado, pero antes había un monte por lo que me pare a revisar y continúe, ya llegaba al carro cuando los primeros de la izquierda me gritaron al suelo inspector, me lance, oí disparos, levante la vista, ya todos estaban en el sitio, diestras del carro habían dos delincuentes armados escondidos y si no me paro antes me hubieran matado, mi superior llego me miro y me dijo van cuatro, Rodi, luego ordeno la retirada, no viniera la quinta y se me terminara la suerte.
Por Miguel Rodríguez
(Mérida, Venezuela)
Soy T.S.U En Ciencias Audiovisuales Y Fotografía, Fotógrafo Profesional, Diseñador Gráfico, escribo Poesía, Cuentos, tengo varias novelas escritas, de Ciencia Ficción dos terminas una de fantasía y una de suspenso en proceso, me han publicado en periódicos regionales, revistas digitales y en cuatro antologías una de la editorial kañy de Argentina y tres de la editorial Gold de Colombia.
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