Ya no eres mi hoy.
Te saqué de mi alma,
de mi mundo,
de mis sentidos.
Para mí ya no existes;
fuiste un sueño fugaz
del que desperté
en el momento preciso,
sintiendo un gran alivio
y una paz interior.
Mi mayor pecado
fue haberte encontrado.
Fuiste un error en mi vida,
pero de los errores se aprende.
Así como se ama, se olvida
y para mí ya estás en el olvido.
Las puertas de mi corazón se cerraron para ti.
Por Elizabeth David "Elizada"
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