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Foto del escritorcosmicafanzine

Piden sus cuerpos y otros poemas

Piden sus cuerpos

Quietos e inertes esperan, muertos.

La noche hace que tiemblen sus piernas. Dudan, les dicen que ya no sigan, que paren. 

Hoy puede ser un día lindo, una noche hermosa, pero dudan. Temen vivir más de la cuentan o morir muy temprano. Son fantasmas, sus reflejos les dan forma a la vida que han llevado. Tristeza, soledad, melancolía. 

Cuántas vidas buscando respuestas, cuántas respuestas que no existen. La calma no llega, el dolor es más rápido, se mueve mejor. 

El mundo está enfermo y ellos lo padecen también, miran al suelo, en el cielo nada les espera. No creen ni tienen tantas esperanzas, hoy no. 

Han dejado todo lo que son en estas tierras fangosas, en este mundo hecho de asfalto. 

Pobres, los engañaron.

Oscurece y ellos tienen que irse, el tiempo está pidiendo sus cuerpos

 

De aquel momento único, papá 

No pediste clemencia ni buenos tratos, hiciste cada lugar tu lugar,

 te apropiaste de una vida que te exigía renunciar o darte por muerto, 

seguiste en tierras áridas y calladas, sin sueños, sin anhelos o esperanza, no había dirección sólo tierra seca y baldíos solitarios, aun así, anduviste, no paraste por el miedo horrible que recorría tus huesos. Con preguntas gigantes te prometiste sentir cada pisada, cada viaje, cada plática,

 de tu existencia entregaste todo, de tu imaginación e ideas un poco más. Preferías andar en guerras solitarias y como dices “cada cabeza es un mundo”, pero también tu mundo forma parte del Mundo en mayúsculas.

Te preguntaste infinitas veces, investigaste hasta encontrar y saber tu nombre, te compartiste poco o de manera diferente. Duele, pero tu vida está viva y no podría ser de otra manera, le mostraste a la vida qué se hace con una existencia que arde.

Abriste los brazos y tu corazón.

 Tienes una creación eterna a tus espaldas. Hay palabras que el tiempo en nuestra carne atesorará en este mundo y en los otros.

Amor desde la comida, desde ese tamal en la mañana, desde esa charla en el asiento trasero. 

 Tu compañía en silencio se vivía como un lugar tranquilo. Diste lo que no sabias que podías dar, y todo a partir de una tortilla con barbacoa. Aniquilaste cualquier posible no se puede.

Andas en un camino muy tuyo, en unas palabras muy tuyas. La casa está cimentada por ellas. Esos arrebatos violentos permitieron ver qué te arrojabas cada instante sin mirar atrás, muestras que tu vida es la vida, la representas, la vives y ahora tú le exiges que responda. No te detuviste hasta el límite de tu cuerpo, las fronteras eran borrosas para ti. 

No te preocupes, tu alma, tus palabras están hechas de otro material que no es de carne, no todos, pero sí muchos recuerdos nos los echamos al bolsillo.

 Ahora nosotros preguntamos, investigamos con tu rostro, con tus risas en el corazón. 

Queda esa despedida infinita que habla desde tu existencia ahora diferente. Nada es imposible desde el amor, tú eres un lugar imposible que no tenía un lugar en este mundo, así que inventaste el tuyo, ahora vives y existes desde otros mundos y desde otras maneras. 

 

Supuesta despedida. Del fin, o del inicio. 

Estabas tan convencido de que tu tiempo de irte estaba cerca, sabes algunas cosas que serán silenciadas para un parasiempre entre paréntesis, nos sirve mucho saber que a veces reías, tenemos presente esas imágenes de tus dolencias, de tus malos ratos y de tus resarcimientos, algo de eso no sé si funciona al cien por ciento, porque se siente un vacío, ya no estás por la mañana, ya no sales en las noches ¿o sí?

Nos preguntamos si es verdad que tuviste algo que ver con esta supuesta partida, para qué te hubieras querido ir, qué pensaste que significaba el otro mundo. Esta existencia tuya desde otro sitio quema la piel, nuestros corazones siguen tirados en el piso con las entrañas de fuera, desde hace dos semanas.

Queremos escucharte una vez más, estar prevenidos, saber que te marcharas hubiera ayudado. ¿Podrás escuchar algo de esto? Me da miedo la respuesta, me da temor salir a la calle y no encontrarme contigo, no estoy seguro que las cosas serían mejores, pero eso ahora mismo no importa, verte una vez más es lo que necesitamos, saludarte, acompañarte.

¿Qué hicimos mal si sólo somos humanos? Ya no sabemos desde donde hablamos, hay culpa, hay amor, hay dolor, hay renuncias. 

Todo esto sigue en marcha, y nada se detiene, es un error que el mundo continué, ahora mismo valdría la pena que la tierra ardiera entre gritos y terror. 

Creemos que la presencia de tu ausencia o tu existencia de manera diferente es fuerte, no es posible saber algo más, nos quedamos con el alma partida, nos quedamos con preguntas que jamás serán hechas, y te pregunto, y nos preguntas ¿Vale la pena?

Hoy que es martes yo te diría que no, que está bien desear morir, lo cual no es lo mismo que intentarlo. Me quedo con el rostro entumecido y sangre en las manos, no hay otra forma de sentir eso que llamamos muerte, hoy no hay lugar para una vida sin dolor.

 

Por Dilan Chino Sandoval   

(Xochimilco, México)

Dedicados a la escritura y la atención psicológica. Hemos colaborado en más de 40 ocasiones en revistas digitales, en el festival POEMAN, en el festival internacional de poesía Xochimilco, en el II Encuentro de Poesía Xochimilco. Tenemos publicados tres libros, uno llamado “Intersticios en el desayuno” disponible en Amazon, “Carnes, huesos y pellejos” en editorial Letras Negras, y “Restos de Siluetas Rotas” en Amazon. 

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