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  • Foto del escritorcosmicafanzine

Sin ti

Sin ti, hasta el arcoiris deja de mirarme

cuando me detengo bajo la lluvia

mientras el guardián del adiós

abre las fronteras del olvido.


Más allá de tu adiós y el olvido

mi nombre va desvaneciéndose

en medio del otoño.


En ese adiós tuyo, de rosa y mármol,

acomodado en un destino sin aire ni fe,

sin justicia ni palabras,

creando otra versión del destino,

siento una pena insondable por mi.


Agónico, desmesuradamente abandonado,

enloquecido por este adiós terrible

que desde la sima del abismo

me hace caer ahora por mis propios pies,

como un destinado a un silencio imperturbable,

enfrento, inquebrantablemente, la agonía de mi cuerpo.


Tengo tantas grietas hoy,

me alimento de esa profunda soledad

que en este otoño me une a la tierra,

al desamor infraterno,

a mi sed, a mi hambre,

a mi dolor indescriptible,

al marginado ...

al poema que dice sus verdades.


Para tu adiós

soy el beso que nunca fue beso,

culpa imperdonable, agua inamovible,

el escogido para el último acto de antimagia,

el cristal que hace mucho dejó de ser espejo,

ruta a ninguna parte,

forma errática de hombre, preguntas, interrupciones,

en fin, para tu adiós en este otoño postrero

yo no era quien curaría tus llagas.




La muerte alza los brazos

en señal de bienvenida,

las piedras se apartan del camino.


En este sendero no hay flores secas esta vez,

pero yo sigo, perseverante,

la línea de la desesperanza y la desilusión,

la tierra oscura apuntala mis pasos

y mi final se avizora tal postura legendaria

e inocente.


Todos los males desenfundan la alfombra

entre los árboles viejos;

ya estoy lejos de tu perfume,

de la fiesta que era tu pelo

meciéndose en primavera.


Presumo el fulgor de la melancolía

y la sonrisa de tus ojos de pájaro

se borra de mi memoria.



Voy a serte sincero,

sin ti ya no hay necesidad de susurrar tu nombre

aún palpitante

sobre la ilusoria imaginación de los poetas,

mi alma se está hundiendo, dimite.

Ya estoy vagando

en la infértil existencia de tu adiós.

Es septiembre, y los reyes del paraiso

me acaban de borrar los recuerdos;

ya no tengo razones para regresar,

ni siquiera razones fugaces.


La última brisa del amor

se despide de mi, aterrada;

acomodo mi espíritu

a la sombra de un antiguo puente

mientras el penúltimo suspiro de vida

me abandona.

 

Por Rolando Reyes López

(Pedro Betancourt. Matanzas. 1969).

Miembro del Taller Literario “Placido Valdez desde 1995.

Resido desde el año 1971 en el Municipio de Jovellanos. Matanzas. Cuba

Graduado de Bachiller. Actualmente es jubilado por Baja Visión. Numeroso relatos breves y poemas mios han sido publicados en revistas y antologías de varios países de Europa y Latinoamérica.

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