Un tomeguín se llevó mi voz, Un tomenguín que no regresó. He tenido miedo de no llorarla. He tenido miedo de perdonarla. Un tomeguín hoy vi, muy cerca del río, Y decidí seguirlo hasta su abrigo. Por el camino casi lo pierdo, Sentí harto frío, Su pesar sin viento, seco y sombrío. El tomeguín volteó para ver mis pasos y una lágrima alcanzó sobre mi regazo. Escuché al viento gritar mi nombre y susurré la prisa de mi desdicha. Alguien canta en silencio para que escuches. Alguien canta en silencio todas mis noches.
Por Rocío Rodríguez Fernández
Comments