Algo muy común desde hace años en este antiguo paisaje urbano es el cielo gris, lo que antes solía ser un suelo pavimentado ahora ha sido invadido por pequeñas plantas y los restos de los edificios en su exterior son adornados por gigantes enredaderas, solo el sonido del viento soplando acompaña el abandono de aquella ciudad.
Sin embargo el eco de una bella melodía se acercaba a los restos de esta ciudad, la música salía de los auriculares de una joven figura femenina, la cual iba con una gabardina de color café, una pequeña bolsa, pantalón negro, botas gigantes que pisaban con cuidado, de su rostro solo destaca la marcara anti gas, lo cual es muy entendible ya que el aire se volvió toxico. Ella cantaba “let me take you down, strawberry fields forever”, mientras caminaba por la ciudad abandonada, y su reflejo se marcaba en los vidrio de los viejos edificios, “living is easy with eyes close”. La persona parecía estar por momentos impresionada, se miraba en los cristales rotos de los edificios y bailaba frente a ellos cada que descubría algo nuevo lo guardaba, mientras seguía cantando “nothing is real”, estoy seguro de que ella nació después de la devastación. Cuando ella entró a lo que solía ser un centro comercial el eco retumbaba aún más.
Pero no entiendo cómo es que llegó a conocer una canción tan vieja, es posible que jamás conozca un verdadero campo de fresas, “that is i think it's not too bad” y se emocionaba cada vez más, bailaba y movía sus manos cubiertas con guantes por lo que antes era una lujosa tienda de ropa, mientras se intentaba medir los vestidos algo descuidados por el tiempo. Quizá esa era la única canción que ella conocía, pero estaba bien, movía las manos al aire haciendo figuras extrañas, y tarareaba la canción, en todo su recorrido debió escucharla unas 15 veces “but you know and i know when it's a dream”, era feliz cantando y bailando entre los restos de personas que pisaba sin darse cuenta y visitando los viejos edificios que se caían a pedazos, pero eran el lugar perfecto, donde guardaban los tesoros más curiosos que recolectaba. Pero toda esta alegría se disiparía cuando de uno de las bolsas de su gabardina sonó una voz “¡es hora de volver!” por un momento la música se apagó, ella bajó la cabeza y emprendió el agotador camino a casa, pero el eco de aquella canción seguía retumbando en la solitaria ciudad, es posible quizá si ella regresa encuentre un campo de fresas.
Por Daniela Pmtz
Mi nombre es Daniela Ivonne Paredes Martínez, soy de la ciudad de Puebla México
Soy una incipiente estudiante de ciencias de la comunicación con deseos de ser cineasta y escritora.
scribir me ha ayudado a lidiar con algunos complejos míos y me ha facilitado a hablar de cosas que no son fáciles de expresar, como mis miedos, mis inseguridades, para escribir suelo basarme mucho en canciones, alguna película o en algún momento de mi vida en específico para escribir, muchos de los temas que toco en mis historias son la soledad, el aislamiento y un poco de ciencia ficción, aunque a veces considero que mis textos son de principiante espero poder llegar a personas que se identifiquen con mis historias extrañas.
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