Estoy enojada con la muerte,
ya que últimamente me ha molestado frecuentemente
Ha estado visitando mi puerta
sin avisar, sin dar un aviso de llegada, como una carta
Nada, solamente llega
y hace lo que en gana le va viniendo
Juega de una manera que no entiendo
Lástima con garra de alto filo
Y sabe hacerse notar,
es sorpresiva y dramática
se nota que le gusta llamar nuestra atención,
hacer que le tengamos algún tipo de devoción
En julio,
se posó frente a mi casa
perdió a aquel hombre en un lugar angosto
y nadie lo encontró hasta que el sol estuvo bien puesto
En agosto,
jugo con mis afectos
y a la criatura que más que querido
se la llevó sin siquiera avisar, que engreído
Se llevó luz,
¿Por qué la muerte necesita luz?
¿Acaso le es importante ver?
¿Oh solo le gusta poseer?
Para septiembre,
antes del grito de independencia
tomó la indecencia
de llevarse al abuelo de los ojos añil
Y digo yo,
—¿Para qué te hacían falta? —
Cómo si en su altar pudiera yo comentar
la pena que me da pensar
el tener tanta pérdida y recibir respuesta
Y ayer, solo ayer a la luz del día
entró la maldad,
Presencié el miedo de sentirla llegar
pero iba por alguna persona de más corta edad
Entonces vi su maldad,
frente de mi tendida
la misericordia que la muerte no da
la vida de un padre y un hijo en su final
Te tengo miedo muerte
no sé por quién más vienes
pero no me digas
no quiero llorar más penas
Yo creo que no nos llevas
a ningún lugar
yo creo que solo llegas
y apagas en nosotros (como si un interruptor se tratara) nuestra luz.
Por Elahí Roboa
Elahí Roboa es el seudónimo de una poeta mexicana nacida en Hidalgo del Parral, Chihuahua (2002). Ha destacado su participación en concursos literarios como "El Quijote te invita a leer" (2017) en el cual ganó representando a Ciudad Juárez, ciudad en la que radica. Es publicada en Poesía de Morras y apareció recientemente en la 15ta edición de Hipérbole Frontera. Aparecerá en la siguiente edición de la Revista Sangría.
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