Se sentó al otro lado de la cama. Era la primera vez que no reprochó mis pantalones en el suelo, quizás él olvidó que estaba en casa. No hablo. Su juego con el control desesperó mi comportamiento, pero su calma no se perdió.
Era la misma Alicia, a quien mi corazón amaba desde el primer día que coincidimos en el centro de la ciudad. Sus manos colocaron unos papeles en mi mesa de noche, quería el divorcio. Firme. Mis lágrimas no pudieron ocultarse ante la frivolidad de su rostro y solo se atrevió a decir: todas las mañanas son nuevas, pero nuestra vida no.
Por Yessika María Rengifo Castillo
Poeta, narradora, articulista, e investigadora. Docente, colombiana. Licenciada en Humanidades y Lengua Castellana, especialista en Infancia, Cultura y Desarrollo, y Magister en Infancia y Cultura de la Universidad Distrital Francisco José De Caldas, Bogotá, Colombia. Desde niña ha sido una apasionada por los procesos de lecto-escritura, ha publicado para las revistas Infancias Imágenes, Plumilla Educativa, Escribanía, entre otras. Autora del poemario: Palabras en la distancia(2015), los librosEl silencio y otras historias, y Luciana y algo más que contar, etc.
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