Entrelazados
Gracias a su rostro tenso, casi cuajado, pude notar la gran cantidad de determinación que tuvo que reunir en su boca solo para decirme “buenas tardes”, ¡qué ternura! Lastimosamente, no es lo mismo que me paraliza a mí toda la cara en una sonrisa. Lástima, lástima de cadena desequilibrada, de saludos estúpidos, de amores no correspondidos.
Unilateral
Lo he mirado hasta el hastío. “Hastío” no debido a que me encuentre fastidiada de él, sino por la pregunta, repetida pregunta, una y otra vez: ¿Por qué no es mío? Hastiada, sí, pero de tanta distancia, de su negación a pintarme toda de dorada, unos segundos siquiera, en sus ojos de oro.
Inédito
Cargo sobre la espalda un cuento escrito para ti, como si fuera a entregártelo algún día, cuando lo más probable es que termine publicándolo en alguna revista de internet, sin que tú te enteres y sin que me sea pagado, ni un peso. Claro que también podría mandarlo a los concursos literarios y si bien le va, me premiarán con ejemplares de libros, con una laptop, una subida de ego, etcétera. O simplemente lo mantendré escondido, inédito, imaginando el día en que tal hoja de papel toque tu mano, si no yo, al menos esa hoja de papel… Sin embargo, en la mochila no llevo ni una pizca de valentía.
Por Daniela Perlín Vega
(Ciudad de México, 1997).
Licenciada en Filosofía por la Universidad Autónoma de Querétaro. Ha colaborado en las revistas Palabrerías, Punto en Línea UNAM, Herederos del Kaos, la Gaceta de la Universidad Autónoma de Querétaro, entre otras. Obtuvo mención honorífica en el III Concurso Nacional de Cuento “Cuéntame uno de muertos” del Canal 22 en el 2017. Ganadora del concurso “Cartas de amor y desamor 2022” de ifreedoms y Foro Shakespeare.
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