Originaria de Catemaco, Veracruz. Inicia sus primeros pasos en la narrativa y la poesía en Xalapa, Veracruz, a través del Colectivo literario “Los Fumiga-2”, siendo uno de los miembros fundadores en 2011.
Participante asidua de los Maratones de Lectura organizados por el H Ayuntamiento de Xalapa, cuenta con publicaciones en el complemento literario “La Jiribilla”, perteneciente al Diario de Xalapa, así como la revista independiente “Diversos Con-Sentidos”.
En 2019 comienza a radicar en la ciudad de Zacatecas donde se une al Laboratorio Literario Daniel Sada. Posteriormente colabora con la revista digital “Tiempo de Zacatecas” con el cuento titulado "Invisible". Ganadora en el 2022 del tercer lugar en el Concurso Nacional de cuento "Elena Garro".
En 2024 es seleccionada para la publicación digital del cuento "Mika" en el noveno número de la Revista El Axioma (Chile).
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1. Hola, quizás la mejor forma de iniciar esta entrevista sea con una pregunta cliché,pero extremadamente útil en contextos como el nuestro ¿Cómo es que te interesó la literatura? ¿es alguna inclinación que aparece desde pequeña? ¿o en su defecto hubo alguien que te influyese particularmente para impulsarte a escribir?
Creo fue una combinación entre soledad juvenil y curiosidad nata. No he sido, ni soy muy hábil con las relaciones con otras personas, y en este autoaislamiento encontré en los libros una compañía grata. Te estoy hablando de mis años de secundaria, creo en esos años, los dos mil, habían iniciado en las escuelas a colocar los libros del rincón en donde encontré varios libros, autores y autoras que acrecentaron mi gusto por la lectura y más tarde por escribir. Hubo influencias por parte de mi familia materna, mi abuelo y mi tío eran muy adeptos a leer, principalmente libros de ciencia, pero verlos leyendo fue ese impulso que necesité para leer otras cosas y asombrarme por las letras en general.
2. De tus primeros escritos ¿Qué autores o autoras te inspiraron? ¿lo hacen aun ahora?
Mis primeros escritos estaban muy influenciados por Edgar Allan Poe y Oscar Wilde, sus obras fueron de las primeras que leí siendo joven, y toda su estética gótica, deprimente y oscura, me atraía mucho en esa etapa de la vida. Aún influyen en mí, pero desde otra perspectiva más madura, más crítica y claro más dirigida hacia generar algo diferente.
3. Nunca antes en la historia había habido tantas opciones para publicar y autopublicar, de la misma manera nunca antes han existido tantas mujeres con acceso no solo a la alfabetización básica sino a la educación superior, es obvio que si incluso si muchas editoriales no quisieran capitalizar (y descafeinar de tal forma que todo cambie para que todo siga igual) este boom de escritoras de cualquier forma habría una llegada masiva de nuevas autoras, dentro de este panorama ¿Cuál consideras que es tu aporte en la literatura?
Honestamente, considera que como tal un “aporte” no tengo. Pero sí soy consciente de que lo que escribo tiene un eco, y pienso que ese eco va encaminado a la curiosidad, a la constante exploración de nuestras ideas, nuestros límites y nuestro asombro. Creo fielmente en que cada escritora puede aportar una nueva perspectiva en cómo vemos el mundo afuera y dentro de nosotros.
4. ¿Piensas superado el paradigma de la musa? ¿o es un trabajo que apenas comienza a dar resultados? ¿Cómo fue para ti desafiar este prejuicio?
Quisiera decirte que sí, pero mi honesta respuesta es un NO. Y no es como que sigamos en las mismas de hace cuarenta o treinta años, ha habido avances en ese aspecto, pero ese paradigma sigue vigente, de otro modo no existirían los poemarios sobre amores chingonesy sobre invitarle un elot a Gal Gadot jaja.
Ahora nos enfrentamos a señores cis heteronormados que dicen estar hartos de la nueva literatura de las mujeres, o tenemos a gente escribiendo desde los viejos estereotipos de género, pero vistos tras la lente de energía femenina y energía masculina. Considero que ahora nos falta más criticismo para poder avanzar aún más en desechar el paradigma de la musa desde todos los flancos y poder permitir un libre crecimiento tanto estético como ideológico de la literatura escrita por mujeres.
5. Y es algo que haces siendo madre y trabajando asalariada (ingeniera) ¿ha sido difícil para ti esta elección de vida?
Debo sincerarme y decir que en ese aspecto me considero privilegiada desde hace algunos años. Quizás en mis inicios si fue más difícil siendo estudiante, trabajando para sacar la carrera y claro, escribiendo. Ahora tengo ya más herramientas tanto económicas, como del conocimiento y claro la red de apoyo que son mi familia y mis amigos. Esa es la parte difícil, empezar y luego forjar un entorno idóneo para poder desarrollarme en todos los aspectos.
6. Decía abuelito Marx que hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado. ¿Cómo fue entonces iniciarte como escritora en durante la crisis del Estado mexicano entre 2011-2016?
Fue un proceso interesante, enriquecedor y claro, un tanto difícil. Me tocó vivir desde la violencia que se acercaba cada vez más a nosotros los estudiantes, un aspecto que antes se consideraba lejano. La amenaza del Estado hacia quienes se suponen debe proteger fue un cambio radical en el paradigma de aquello que considerábamos justo. Muchos de nosotrxsempezamos desde allí a forjar ya nuestros ideales revolucionarios, a hacer acto de presencia de forma física y ya no sólo mediante la palabra, en todos esos actos políticos. Fue un vuelco en nuestro acontecer, una reconsideración de nuestras ideas preconcebidas y claro de nuestra realidad futura.
7. Nos conocimos cuando eras parte del colectivo Los fumiga-2 ¿puedes hablarnos de tu experiencia en este grupo?
Cuando llegué a Xalapa estaba técnicamente sola en un lugar nuevo que no conocía y con escasos amigos, la mayoría eran de la carrera de física que en ese entonces cursaba. Recuerdo que el primer contacto que tuve fue a través de uno de los integrantes más antiguos, al que apodábamos El sensei por ser el mayor de todos. Coincidimos mediante Facebook, y vi que ahí compartía lo que escribía, pocas semanas después puso un evento en su perfil, que invitaba a todos los interesados en compartir algo escrito a la Rueca de Gandhi. Estoy hablando de un veintitantos de agosto de 2011. Allí conocí al poeta Moisés Valdivieso, al escritor Gerardo Jiménez, y a Carlos quien era el conocido Sensei. Ese primer contacto fue clave para mí y para mi desarrollo como escritora, sobre todo porque era un encuentro tanto de ideas como de diversos estilos que definitivamente nutrieron mi creatividad y mis ganas de seguir escribiendo.
8. Si recuerdo las tertulias de los Fumiga-2, primero en la Rueca de Ghandi y después en la Casa de Nadie. Supongo que este ejercicio de nostalgia es lo que nos lleva directo a la ciudad que nos vio nacer como escritores, Xalapa. ¿Cómo influyo en ti esta mutante ciudad de niebla?
Creo que la pregunta correcta sería ¿Cómo no influyó en mí? Jaja. Xalapa fue una ciudad que más que habitarla yo, ella me habitó a mí. Fue un lugar donde atravesé por muchas etapas tanto a nivel personal como a nivel ideológico. Me nutrió de diversos conocimientos y perspectivas y me dio un círculo de amigos tan variado como fuerte. Estuve en esa ciudad desde el 2009 hasta el 2017, ocho largos años en lo que me fui haciendo xalapeña de a poquito. Hay mucha, mucha nostalgia en esa ciudad, mucho crecimiento personal, profesional, muchos desamores y muchas anécdotas entre amigos.
9. Ciertamente es una ciudad de contrastes, por un lado, hay diversos grupos comunistas, feministas, zapatistas, autonomistas, insurgencias sexuales, la lista es larga ¿Cómo impactaron en ti y por ello en tu escritura? Especialmente en el marco de la desaparición de los 43 normalistas de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México que para autores de nuestra generación fue nuestra matanza del dos de octubre.
Uy, fue un torrente tanto de ideas como de realidad. Darme cuenta que había una diversidad de posturas y también de enfrentamiento entre dichas posturas. Inicialmente mi postura como la de toda joven recién llegada de un lugar pequeño, era la que asumían los más cercanos a mí, pero conforme va pasando el tiempo pues creces, y yo al crecer me di cuenta que yo tenía mis propias ideas, motivaciones y claro luchas. Cuando sucedió lo de los normalistas fue como ese último empujoncito que necesitabapara decantarme por las ideas revolucionarias, por aquellas que abogan por el pueblo y claro por los estudiantes, dado que yo en ese entonces aún lo era. Más tarde simpaticé con el feminismo, el cual fue un proceso lento pero seguro, sobre todo porque conforme avanzaba tanto en mi carrera universitaria como en mi quehacer literario me daba cuenta del sesgo y la brecha existente entre hombres cis y mujeres. Fue un crecimiento paulatino de disconformidad, rabia y exigencia que hasta el día de hoy siguen trabajando dentro de mí y mis ideales. Lo bueno de ese abanico de perspectivas que ofrece la ciudad es que uno puede observar con ojos más críticos lo que ya tiene de fábrica en la mente y sobre eso trabajar y adherirse a lo que nos mueva desde adentro.
10. Por otra parte, esta diversidad también tiene su reverso negativo, tú, yo y muchos otros en esos años tuvimos el doble flagelo de la violencia, por una parte del Estado y por otra de grupos como los anarquistas, recuerdo a los fanaticos del Bloque Autónomo Libertario quienes daban talleres de seguridad donde daban consejos como: si te captura la policía entrega o incrimina a los rojillos, deja que los fascistas azules se encarguen de los fascistas rojos por nosotros, hay múltiples historias de una gran cantidad de ultraizquierdistas que en poco tiempo pasaron a engrosar las filas de la derecha, incluso de algunas derechas fascistas. Como escritora ¿Qué ha generado en ti esta experiencia histórica e ideológica?
Ha generado muchos conflictos en mi círculo y claro dentro de mis ideas al inicio, porque los que se decían radicales de izquierda muchas veces solo buscaban el modo de hacer su propio nicho de poder. Me tocó eso desde las feministas radicales que abogaban por el lesbianismo político que a título personal me parece un tanto errado, porque hablamos de convertir una orientación sexual y un vínculo con una persona en algo político, y si no las seguías y siquiera te atrevías a mencionarles que te atraían los hombres, automáticamente eras su enemiga. Esas mismas feministas muchas veces en las marchas irrumpían en los bloques mixtos y nos jaloneaban para unirnos a ella, ya rayando en el acoso.
Por otra parte, es triste ver que muchos de esos radicales de izquierda y feministas radicales practican lo mismo que los de derecha bajo un falso derecho que les da su posicionamiento político.
11. Ahora como adulta tras varios periplos terminaste en las filas decoloniales e interseccionales ¿Qué te llevó a decantarte por esta perspectiva dentro de las diversas corrientes anti-patriarcales y como impacta en tu trabajo como escritora?
Como diría un célebre personaje de internet: amistad es amigo, y precisamente fueron mis amigxs los que movieron tanto mis ideas y mi corazón para poder estar dónde estoy, compartiendo ideas como las que comparto ahora, y no es como que ellos militen esa perspectiva. Sino que más bien varios de ellos pertenecen a diferentes filas que el feminismo interseccional toca y abraza. Tengo amigxs gays, trans, aquellos que son queer o de género fluido, y poder compartir mis ideologías con ellos, mis luchas y mis letras es enriquecedor. El feminismo interseccional me ha permitido ver todas esas realidades y poder apreciarlas. Así que pues, sí, cero terfas. Jaja
12. Si, también he tenido mis roces con ellas. Pero volvamos al tema de la literatura. Actualmente hay muchos debates al estudiar la vida de no pocos autores y darnos cuenta como la misoginia de su vida privada se trasladaba a su trabajo escrito. O con el tiempo se abren los archivos y se comprueba lo que antes solo se sospechaba, ahora nos hemos enterado de no pocos comportamientos censurables en el canon literario masculino, sin pretender convertir esto en un y tu más (o el alternativo sí, pero el PRI robó más jaja) esto nos lleva directamente a las escritoras del canon mexicano del siglo pasado ¿Cómo piensas que las nuevas lectoras y escritoras hanabordar a estas literatas? ¿abrazarlas, rechazarlas o superarlas?
Estudiarlas. Ese es el término que yo utilizaría, estudiarla desde nuestra posición en este momento, rescatar aquello que nos crezca y dejar eso que estemos seguros que no aporta nada. Es mentira que no pesa la figura del autor sobre la obra, claro que sí, es parte de la crítica y del reconocimiento de origen de todo eso que leemos.
Por ejemplo, Elena Garro, soy fan acérrima de su obra, pero reconozco su posición privilegiada en lo económico y académico, y su posición menos privilegiada como mujer y esposa de ya saben quién. A partir de ahí retomo sus lecturas, sus perspectivas sobre la vida y las relaciones humanas que expresa en varias de sus obras.
Considero que es precisamente esa nueva lupa la que podemos empezar a utilizar con las escritoras y en general con todxs lxs autores, preguntarnos y cuestionarnos sobre su obre considerando la posición en la que ellos estaban al crear sus escritos, cuentos, novelas y poesía. Entender que incluso dentro de las minorías existen quienes se encuentran dentro de un privilegio. Por ejemplo, siendo mujer puedo reconocer que cuento con el privilegio de haber contado con educación formal, con una red de apoyo y con un sesgo de color o posición social con que las que otras mujeres no cuentan y que esas mujeres están luchando por cosas que yo jamás tuve que experimentar.
13. Estoy de acuerdo contigo, si bien no vamos a tirar el agua sucia con el bebé tampoco vamos a seguir defendiendo a capa y espada algo indefendible. Para terminar ¿hay algo que quieras decirles a tus lectores? ¿y a tus lectoras?
Gracias. Creo que es una palabra poco valorada por varios escritorxs, y poco dicha también. Y decirles que nunca lean por obligación, que no desdeñen los clásicos, pero que tampoco se incrusten en ellos a modo de ceguera. Que lean a más mujeres escritoras y que por supuesto nunca dejen el asombro de lado, ese es el mejor aliado si desean escribir o leer.
Por Aníbal Malaparte
(1992)
Es practicante de artes marciales y licenciado en Historia por la Universidad Veracruzana, titulado con la tesis Banderas de fuego, pechos de luz. Voluntarios mexicanos antifascistas en la Guerra Civil Española.
Es autor de los siguientes poemarios Escribe poesía, construye bombas caseras (2019), Conversaciones de odio (2020), Delirios nihilistas (2023) y La asamblea de los fantasmas (2023), además de fundador de diversas tertulias literarias. Adepto a las causas perdidas desde 2008 es y ha sido militante de diversas organizaciones zapatistas y marxistas -leninistas.
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