Este escrito no podría iniciar de ninguna manera más que a partir de la existencia de Rosa María Roffiel, quien es una escritora, periodista, editora, poeta y novelista mexicana, nacida en 1945, Veracruz.
Rosa María Roffiel, feminista, periodista y lesbiana (hago énfasis en la última palabra ya que es importante para nuestra historia), escribió su primera novela en 1989, “Amora” (Nota: fue su primera novela, no su primer libro). La relevancia que hay en “Amora” es que esta novela se vuelve, la primera novela lésbica , no de México, sino de América Latina, volviéndose un fenómeno que se agotó en los primeros tres meses después de su publicación , suficiente éxito para una segunda edición que no llego hasta diez años después , gracias a las creencias de la época (homofobia). Se conoce que “Amora” causo un gran impacto en la comunidad lésbica, ya que además de dar visibilidad, ayudo a muchas mujeres a descubrirse a sí mismas y encontrar una definición del amor.
Entre todas esas mujeres, también andaba yo.
“Encontrar una definición del amor”
Creo que jamás me he sentido realmente sola, porque siempre he llevado un libro bajo el brazo, y si tal vez de adolecente no podía definir o explicar lo que sentía, siempre lo encontraba en un libro. “Tus sabores” poema de Roffiel, fue uno de los parteaguas que le dijo a mil gritos a mi cabeza “Eres bisexual”. La literatura de Roffiel me explico una cosa que no podía entender aunque estuviera frente a mis ojos, y era, que me gustaban también las mujeres, que siempre me gustaron.
Roffiel fue conocida por esto, por su literatura lésbica que ayudo a muchas mujeres a encontrarse, y a dar visibilidad a la comunidad.
Mi relación con el amor es complicada, tanto que no lo puedo ver aunque este frente de mí, tanto que un poema me lo tiene que explicar, y eso lo odio. No se exactamente como definir el amor, el amor que es creo que uno de los conceptos mas importantes que tenemos y creo que el día que pueda definirlo y que lo describa con cada punto específico de él, me convertiré en un ser tan elevado con un tercer ojo. Pero por el momento, todavía me cuesta entenderlo. Aun leyendo los escritos de Roffiel que nos narran como el amar no es “lanzarnos del periférico” o que “sabe a naranja”.
A mí me cuesta mucho trabajo creer que merezco ser amada, incluso siendo una lectora de poesía desenfrenada. No sé de donde viene (si se, pero me da miedo decirlo en voz alta). Y no importa que tanto haga, simplemente no me lo creo. Cuando mi madre me da regalos de navidad y me dice que me ama, me quedo en blanco, al igual que cuando Hanny me llama preocupada porque tembló, o cuando Miguel me escribe que me quiere. Pero sigo trabajando en ello, y he aprendido que amor es un concepto muy basto, y con distintas dediciones, con distintas maneras de manifestarse, y con distintos lenguajes. Y que importa mucho tus raíces, de dónde vienes y como te enseñaron a amar. Creo que todavía me cuesta trabajo lidiar con ello, con cómo me enseñaron a amar, y amarme y mis raíces.
Aun así, con todo ello, he aprendido que no es un proceso que debo llevar sola, si no quiero hacerlo, y si les soy honesta estoy cansada de hacer todo sola. Crecemos en una sociedad que nos enseñan a vara que tenemos que afrontar los procesos solos, pero carajo, el amor es colectivo, y si también lo podemos ver en hechos, circunstancias, en el atardecer, en todos los malditos lados, a veces puede ser necesario que alguien no los recuerde, y no específicamente en un ámbito romántico. Por ejemplo, mis amigas me recuerdan que no es difícil amarme cuando a mí se me olvida eso.
Al igual creo que también que el amor nace dentro de uno.
Me gusta mucho que en este proceso llamado “cumplir veinte en unos meses y encontrar mi definición del amor” y me gusta más que lo pueda hacer de la mano de escritoras y poetas lesbianas que me explique este amor que nace de mi pecho (porque ahí también encuentro el amor), y que ha estado ahí en toda mi adolescencia, y que no vemos nunca en la tele, o que no se habla en el comedor. Me gusta saber que el amor me lo enseñan mis amigas todos los malditos días. Me gusta encontrar nuevas maneras de recordarme a mí misma que existe el amor y que proviene de mí también, y que yo lo atraigo. Y que el amor, siempre será revolución, nunca debilidad.
El amor para mi esta en todos lados, y lo podemos encontrar en todos lados, mas allá de cualquier norma romántica patriarcal.
Roffiel es una prueba de ello, de que el amor esta entre mujeres, y que se puede encontrar en un libro, que toda esa decisión, esa búsqueda de claridad de que es el amor, lo podemos encontrar si, en una persona, en una comida, en una plática o en un libro.
A mí me cuesta trabajo levantarme de la cama , me cuesta trabajo creer que la gente me ama , o puede amarme , me cuesta trabajo definir que exactamente es el amor , pero eso no significa que no merezco ser amada o que no puedo amar, o que el amor no me esté rodeando todo el tiempo , porque está ahí, porque amo todo el maldito tiempo, y lo que he aprendido es que también a veces necesitamos que alguien o algo nos enseñe a donde ir , que nos muestre la dirección correcta, que nos recuerde que es el amor, y ese alguien o algo puede ser un poema que te revela que eres bisexual con su poesía mexicana , o una cámara que captura el momento exacto en donde sentiste que tu corazón iba explotar de amor, o de las personas; las personas , las correctas , nos enseñan siempre qué es el amor , y que todavía hay cosas tan amables, según el significado literal de la palabra, dentro de nosotros mismos.
Todavía no puedo explicar que es exactamente el amor, y a veces me cuesta verlo aunque lo tengo de frente, pero ya sé que no tengo que hacerlo sola, sino lo quiero hacer sola, y que está bien la ayuda, tanto profesional, como una buena compañía. Aun así, quiero decirles en donde veo el amor que no puedo descifrar pero sé que está ahí: El amor se ve en un plato de espagueti después de una pelea , porque las peleas no significan “me voy de aquí” , el amor son los regalos sorpresa en navidad , el amor se ve en los libros prestados, en los “¿Ya comiste?” en los “ Me alegro que ya no fumes”, el amor se ve en los hot cakes en forma de pito que Lu me hace cuando estoy triste , o cuando me dijo “No me moveré de aquí” cuando mencione que no saldría en un mes de mi casa porque estaba deprimida. El amor se ve en el playslist de las canciones de Charlie que me hizo a mí , en mi buscando a Rodo cuando paso por biblioteca, porque sé que siempre está ahí, el amor se ve las mujeres , en las amigas, el amor lo veo en cuando juntamos las mesas de cafetería para que comamos todos juntos. El amor, ¿ saben que es? Es lo que sentí cuando estaba rodeada de todas mis amistades y por primera vez en mi vida imagine una vida más allá de los veintitantos, el amor se ve cuando piensas en envejecer porque la vida merece ser vivida hasta envejecer. El amor esta en todos lados, y lo tenemos de frente, aunque no podamos verlo, porque tarde o temprano, un poema, un actor, o una cámara nos lo hace ver.
Un ejemplo de como el amor se ve en todas partes y de distintas maneras y que se puede se captar, son en las fotos de la cámara de Charlie (mi alma gemela):
Como también se puede ver el amor…
Por Ámbar Sofía Téllez Guzmán
(Ciudad de México, 2004)
Si tuviera que elegir una frase para describirme utilizaría a Clarice Lispector con: “Escribo como si fuera a salvar la vida de alguien. Probablemente mi propia vida.”
Chilanga.
Soy Directora, fundadora y editora de la revista y plataforma Marjorie Revue. Feminista, mexicana, escritora y lectora apasionada desde que adquirí la habilidad de leer, tomar un lápiz y formar historias con él.
El último año me he centrado en mi activismo yendo de la mano con artículos de perspectiva feminista, aparte de trabajar en varios medios con mi poesía y algunos cuentos.
Escritora en proyectos como “Escrito emergente” de la editorial floramorfosis, Afinidades magazine (en dos ediciones), feminismoINC, Marjorie Revue, periódico Gooya (en cuatro ediciones), Azul oscuro (en dos ediciones), Revista Kametsa, Rueda de mujeres, Desdobles, Tremolo editorial, Deep Heart Magazine, El creacionista (en dos ediciones), Xoloescuintlas, CulturaUNAM en Universo de letras, en FICCIONALES edición seis y colaboradora en lecturas de poesía para la organización sin fines de lucro FEMXFEM.
A mi amiga Wendy le encanta ese libro, yo tambien quiero leerlo. Me recuerda al anime Nana. Necesitaba leer esto, creo que Wendy tambien