Cómo ahuyentar a un inmaduro en 10 días (y ahorrarte meses de ilusiones)
La realidad es que nunca imaginé escribir algo como esto, pero la experiencia acumulada de mis relaciones pasadas, y el ver cómo esos mismos patrones de comportamiento se repetían en mí y en las mujeres a mi alrededor, me motivó a crear este texto. No es una carta llena de resentimiento ni dolor, sino más bien una reflexión sobre lo que muchas de nosotras hemos experimentado: el entusiasmo inicial, la ilusión de encontrar algo genuino, los juegos de interés intermitente y, al final, la decepción al darnos cuenta de que la reciprocidad nunca estuvo ahí.
Lo curioso es que no necesitas hacer nada "mal" para que alguien inmaduro huya; de hecho, basta con que seas honesta, auténtica y muestres interés real para que se asuste. Parece que en este mundo de las relaciones modernas, ser genuina es un acto de valentía, y quien no está listo para eso, simplemente se aleja.
Día 1: Respóndele cuando tengas tiempo, no en segundos. Verás cómo se le acaba la emoción de jugar al "gato y el ratón".
Despabila: que se mensajeen por meses no significa que realmente se conozcan, ni que exista una conexión auténtica. A veces, solo es entretenimiento pasajero o una excusa para inflar su ego. Si la única interacción se mantiene en un chat sin la intención de avanzar, deja de invertir tu energía en algo sin futuro.
Día 2: Muestra interés real por su vida. Si solo quería una validación rápida, ya lo tendrás incómodo. No importa cuántas veces te cuente que su color favorito es el azul, que su película favorita es la representación del expresionismo alemán, o si su personaje favorito es de alguna serie que solo conocen los fans del anime, lo importante es si está dispuesto a compartir algo genuino contigo.
Día 3: Sé romántica y detallista. Si no busca nada serio, empezará a llamarte "intensa". ¿Y qué si le mandé a hacer una figura 3D de su personaje favorito? La tengo guardada en una bolsa de basura.
Día 4: Sé honesta y directa. Nada asusta más que una mujer que sabe lo que quiere.
Nos han enseñado que debemos "hacernos las difíciles" o que mostrar interés nos hace parecer desesperadas. ¿Qué pasa cuando decides ignorar esas reglas absurdas y ser clara? Spoiler: la mayoría huye. Puedes recibir un mensaje frío, seco o, peor aún, el silencio absoluto. Como si expresar tus sentimientos fuera un error.
A la mierda con eso. Pregunta lo que quieres saber, di lo que sientes. Si con eso lo ahuyentas, significa que nunca estuvo realmente interesado, solo quería la emoción de la incertidumbre. Pues bien, regálale esa emoción cuando nunca más vuelva a saber de ti.
Día 5: Hazlo parte de tus prioridades (sin perder tu vida). Si solo te quiere cuando le conviene, notará que no puede manipularte fácilmente.
Día 6: Sé comprensiva, escúchalo... pero cuidado, algunos confunden eso con una terapia gratuita y de repente, sin darte cuenta, te has convertido en su psicóloga no remunerada, o en mi caso podrían pedirte una consulta gratis por tos crónica.
Día 7: Ofrece pagar tu parte. Si esperaba que invirtieras en él sin reciprocidad, lo desarmarás. O si eres más arriesgada, como en mi caso invítalo a comer. Notaras cómo se le acelera el paso para salir del lugar, y hasta te pedirá dinero para la gasolina o el UBER.
Día 8: Exprésale lo que te gusta de él. Si no puede con la vulnerabilidad, se irá corriendo.
Falsamente pensamos que los hombres mueren por la validación femenina, pero la realidad es que muchos solo la quieren en sus términos y a dosis pequeñas. Si un hombre no sabe recibir un halago sin entrar en pánico, que lo confunda con presión o compromiso no es problema tuyo, es suyo. Mejor saberlo ahora que cuando ya estés demasiado involucrada.
Así que díselo. Dile que te gusta su risa, su forma de hablar, lo bien que se ve cuando usa esa chaqueta o lo mucho que te gusta escucharlo hablar de sus pasiones. Si eso lo asusta, te ha hecho un favor.
Día 9: No seas intensa, dale su espacio. Si lo quiere para irse con alguien más, mejor que te enteres pronto.
Cuando te interesa alguien, es natural querer verlo, escribirle o saber de él. Pero cuando notas que solo eres tú quien mantiene la conexión, que sus respuestas son frías o esporádicas, es momento de dar un paso atrás. No por orgullo ni por jugar a su mismo juego, sino porque aprendí que si alguien quiere estar en tu vida, estará sin que tengas que rogar por su atención. Y si lo que quiere es irse con alguien más, que se vaya. Es probable que un día tú o tus amigas lo encuentren con una de sus tantas novias.
Y claro, habrá quien te tache de indiferente, pero ¿no es acaso lo que él buscaba?
Estas contradicciones me dejaron una valiosa lección: con un inmaduro emocional cualquier cosa que hagas será retorcida según su conveniencia. Si le das espacio, eres indiferente; si le muestras atención, eres intensa. Ellos cambian el libreto a su favor haciéndote sentir culpable por absolutamente todo.
No te desgastes mentalmente, no te obsesiones, no busques excusas para justificar su comportamiento, ni malgastes tu tiempo en alguien así, no vale la pena, la solución es simple: salte del juego.
Día 10: Revalora lo que buscas. Si alguien no puede ver tu valor ni esforzarse por ti, entonces nunca entendió lo que es una relación auténtica. No aceptes migajas.
Felicidades, has hecho todo bien y, si se alejó, te ahorraste meses de desgaste emocional. No temas soltar; sé firme en tus decisiones. Si decides cortar con alguien, no vaciles ni pienses en lo que pudo haber sido. Mantén tu postura. Agradece lo aprendido, porque lo que sigue es crecimiento personal y bienestar emocional.
De la sátira a la realidad cotidiana de nuestras relaciones modernas. Porque, lamentablemente, los "gurús del amor" abundan en todas partes, sedientos de lo que sus carteras contienen, sin importar lo destrozados que puedan estar sus corazones.
El verdadero amor no debe sentirse como un campo de batalla, sino como un espacio seguro, donde la vulnerabilidad se recibe con respeto y cuidado. El amor más profundo y auténtico es el amor propio. Y si alguien huye cuando eres genuina, entonces nunca valió la pena.
Inspirado en mis propias experiencias y en las historias de mis amigas cercanas. A pesar de todo, me siento agradecida por el crecimiento que he logrado a partir de todo lo vivido.
Por Dulce Otilia Garnica Hernández
(Hidalgo, México)
Es médica y actualmente cursa una especialidad, pero desde siempre ha encontrado en la escritura un refugio y una forma de expresar lo que a veces no se dice en voz alta. Escribe cuentos, poemas y ensayos inspirados en lo cotidiano, en las emociones profundas y en las experiencias que la han marcado. Comparte su trabajo en su página de Facebook, donde ha ido construyendo un pequeño espacio para quienes sienten, dudan, y vuelven a empezar. Cree firmemente que escribir también es una forma de sanar.
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