¿Qué significa ser mexicano? Para mí, ser mexicano es ser alegre, amable, hospitalario, divertido, optimista, auténtico, único. Los mexicanos tenemos un compromiso con nuestras raíces, con nuestra cultura, con nuestro amor por México, y ese compromiso no reside sólo en haber nacido en este gran país, sino en el orgullo, la fortaleza y el amor que le tenemos a nuestra patria. Así como el respeto y la adoración que tenemos hacia nuestros icónicos símbolos patrios: el Himno Nacional Mexicano, la Bandera Nacional y el Escudo Nacional.
Ser mexicano no es sólo decir que sentimos amor y orgullo cuando gritamos “¡Viva México!” un 15 de septiembre, sino poseer un amor que nos hace ser trabajadores, responsables, honestos, respetuosos y honrados. Ese amor que nos hace cantar “Cielito Lindo” cuando estamos lejos de nuestra tierra. Ese amor que nos hace recordar a los que, tristemente, ya no están con nosotros cada 2 de noviembre y reírnos de la huesuda. Ese amor que nos hace mantener a nuestra familia unida porque sabemos que ellos nunca nos abandonarán, ni vivos ni muertos. La familia es para siempre.
Ser mexicano no es ponerse el sombrero de paja, echarse unos tequilas, sentarse bajo la sombra de un nopal e ir por la vida gritando “¡Viva México!” sólo porque sí. Ser mexicano es hacer pequeñas acciones para hacer de este un país mejor: no tirar basura en la calle, ceder el asiento a los adultos mayores o a las mujeres embarazadas, no desperdiciar el agua, trabajar honradamente para ganarse el pan y las tortillas, y miles de cosas más que ayudan a que este país sea un lugar cada vez mejor.
Juntos podemos hacer de México un país con mejores oportunidades. Los mexicanos tenemos mucho talento y nuestro país es un lugar con identidad propia. Nuestra cultura es una de las más hermosas y únicas de todo el mundo. ¡Piénsalo! ¿En qué otro país disfrutarías de nuestra deliciosa gastronomía? ¿O en qué otra parte encontrarías nuestras bellas artesanías hechas a mano? ¿O en qué otro país encontrarías tan bellos y majestuosos paisajes? Solamente en México.
De entre todas las cosas maravillosas de este extraordinario país, una muy particular es su comida. La comida mexicana es única. Ésta forma parte fundamental de nuestras tradiciones como sociedad y de nuestro día a día como individuos. Debido a esto, el acto de cocinar es considerado uno de los aspectos más importantes de la vida diaria del mexicano, ya que en la mayor parte del país los alimentos se consumen en el hogar, recién hechos y junto a toda la familia para disfrutar de los sabores hogareños incomparables que nos brinda la única y exquisita gastronomía mexicana.
La base de la cocina mexicana actual deriva en gran parte de la cocina existente en la época prehispánica, con un uso preponderante del maíz, el frijol, el chile, el jitomate, el cacao y el nopal, entre otros. Históricamente, México ha aportado al mundo productos sin los cuales no sería posible entender la gastronomía internacional hoy en día, al igual que múltiples ingredientes se han adaptado a la cocina mexicana a través del intercambio cultural que trajo el Virreinato de la Nueva España y los siglos subsecuentes, que introdujeron ingredientes europeos, mediterráneos, asiáticos y africanos, por lo que la diversidad es una de las características esenciales de la cocina mexicana.
La literatura mexicana es ampliamente prolífica y cuenta con un gran reconocimiento internacional. Al igual que Octavio Paz, existen grandes autores del México contemporáneo que a lo largo de la historia se han ganado nuestro respeto, nuestro cariño y nuestra admiración por sus grandes obras literarias, por mencionar algunos: Juan Rulfo (Pedro Páramo, 1955), José Emilio Pacheco (Las batallas en el desierto, 1981), Laura Esquivel (Como agua para chocolate, 1989), Benito Taibo (Persona Normal, 2011), Jorge Guerrero de la Torre (Ascentio, 2014), entre otros.
Dicen que como México no hay dos y si algo sabe hacer un mexicano es festejar, por eso en cada fiesta que celebramos lo damos todo: mariachi, tequila, papel picado, dulces típicos, piñatas, etc.
La música regional mexicana y el cantar de los mariachis es algo que ha impactado en el mundo. De hecho, la música mexicana es uno de nuestros símbolos más representativos (al igual que la comida) que han traspasado fronteras. Con origen en el siglo XVIII, el tan conocido mariachi es una herencia del mestizaje. Está compuesto por un grupo de intérpretes (un mínimo de tres integrantes) con trajes muy característicos (sombrero de charro, camisa, chaqueta, pantalón, cinturón y botines) que ejecutan diversos géneros de la música tradicional y popular (desde jarabes y sones, hasta boleros y canciones modernas adaptadas) con temas que se refieren principalmente, al mexicano, al amor, a la tierra, etc., usando generalmente, guitarra, guitarrón, violín y trompetas.
El mexicano es alegre por naturaleza. Nos gusta bailar, reír y disfrutar de la amena compañía de nuestros seres queridos, como decía Octavio Paz en su ensayo: El laberinto de la soledad (1950):
“El solitario mexicano ama las fiestas y las reuniones públicas. Todo es ocasión para reunirse. Cualquier pretexto es bueno para interrumpir la marcha del tiempo y celebrar con festejos y ceremonias. Nuestro calendario está poblado de fiestas. Cada año, el 15 de septiembre a las once de la noche, en todas las plazas de México celebramos la fiesta del Grito; y una multitud enardecida efectivamente grita por espacio de una hora, quizá para callar mejor el resto del año…” y pienso que eso es justamente lo que se debe de hacer. Siempre podremos gritar con todas nuestras fuerzas el Grito de Independencia para sacar el coraje y tal vez de esta manera olvidaremos y dejaremos atrás todos los problemas, las tragedias o las complicaciones de la vida misma.
Ser mexicano significa ser alguien chambeador, ser alguien que se gana la vida honradamente. Además, ser mexicano es ser alguien con el ímpetu de luchar por lo que es justo para todos, como los derechos de la mujer, los derechos de los animales, los derechos de la comunidad LGBTIQ+
El mexicano siempre se ha caracterizado por su capacidad de salir adelante y a pesar de las adversidades, la esperanza sigue brillando. Un mexicano siempre lucha hasta el final y siempre demuestra que es capaz de hacer las cosas como deben ser. ¡Gracias, México, por darnos tanto!
Por Amy Mariel Zazueta Corral
Nací en Mexicali, Baja California (México) el 13 de marzo de 1994. Actualmente tengo 27 años. Me gradué de la Licenciatura en Traducción en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC). Soy traductora de profesión y escritora por convicción. También me apasiona viajar, aprender nuevos idiomas y conocer diferentes culturas, ya que eso me enriquece tanto profesionalmente como personalmente. Desde pequeña siempre me encontraba atrapada entre toda clase de libros: clásicos, contemporáneos, ciencia ficción, fantasía, romance, aventura, poemas, autobiografías, etc. Así que decidí dedicarme a lo que más me gusta: escribir. Es una profesión que realmente me apasiona realizar, tanto en mi idioma materno (español) como en otros idiomas (inglés y francés). Mi sueño en la vida es algún día llegar a ser una gran escritora; reconocida y elogiada en todo el mundo por mi trabajo.
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